Pedro Sánchez lanzó un eslogan este sábado en el Comité Federal del PSOE: "Nosotros tenemos a Nadia y ellos [el Partido Popular] no tienen a nadie", para darle la vuelta a algunas apelaciones críticas con la vicepresidenta primera, a la que se refieren como "Nadie". Pues bien, los populares no se han dado por interpelados y el guante ya lo ha recogido Yolanda Díaz y lo ha lanzado este miércoles como dardo envenenado a Calviño, con la que ha mantenido un enfrentamiento constante desde que llegó al Ministerio de Trabajo en 2020, para devolver el golpe.
Y es que Calviño blande, desde que Podemos se estrellara en las elecciones del 28 de mayo, que "el socio minoritario no ha tenido ninguna influencia en la política económica del Gobierno". Ni la reforma laboral de la propia Yolanda Díaz de la que presumen los socialistas, ni la Ley de Vivienda, ni los impuestos a banca, energéticas y grandes fortunas ni las subidas del SMI ni los cheques de ayudas que llevan la marca de los morados cuentan ahora para Calviño.
Además de reivindicar una vez más sus logros como ministra de Trabajo y Economía Social, la vicepresidenta segunda ha cuestionado las llamadas al bipartidismo de Sánchez y ha denunciado: "Estos días estamos viendo cómo el PSOE y el PP se están tirando los trastos a la cabeza por 'la economía'". Díaz ha acusado el golpe del ninguneo de Calviño y ha corregido al presidente del Gobierno en el 45 aniversario de Cinco Días: "Aquí no se trata de Nadia o nadie, sino de cómo vamos a controlar la inflación, cómo vamos a hacer que la vida sea un poco más fácil, cómo vamos a solucionar los problemas de la ciudadanía".
El menosprecio de Calviño a la labor de los morados incluye a Díaz. De hecho, este miércoles, poco antes de que la ministra de Trabajo se refiriera a Calviño, ésta le había hecho de menos en Onda Cero: "No conozco el programa electoral con el que va a concurrir [Yolanda Díaz], yo sólo digo que votar al Partido Socialista y votar a Pedro Sánchez es votar por una política económica y una política que funciona, que es progresista y que le va bien a España", ha subrayado en varias ocasiones preguntada en vano por la gestión y propuestas de la ministra de Trabajo.
Este ninguneo a Podemos ha acabado con la tregua entre Calviño y la ministra de Trabajo, que se abrió en el debate de la moción de censura el pasado 21 de marzo, cuando Díaz y Sumar se presentaron como un tique electoral con el PSOE, como una continuación del Gobierno de coalición para que gobierne la izquierda, cuando ya se preveía la caída en picado de los morados.
Fue entonces cuando la ministra de Trabajo alabó la gestión de Calviño entre los logros del Gobierno de coalición.
Lejos ha quedado el deshielo este miércoles, en el que la vicepresidenta primera se ha aferrado a que "allí donde gobierna Vox se recortan derechos y hay una mala gestión económica", frente al "balance muy positivo de un gobierno de coalición en el que el socio minoritario no ha tenido influencia en la política económica".
Los socialistas buscan exacerbar el bipartidismo y que Sánchez recoja todos los votos de la izquierda mientras siguen agitando el miedo a Vox. No se trata de la coalición frente a una coalición de PP y Vox sino de promover a un PSOE en solitario contra PP y Vox.
Los logros de Podemos
En cambio, la defensa de las condiciones de vida de la ciudadanía y la mayoría social está siendo, a su vez, la seña de identidad de los mensajes preelectorales de Sumar, no sólo frente al PP y al PSOE sino en contraste con las "batallas culturales" que siempre ha querido librar Podemos.
Preguntada Calviño en Onda Cero por la Ley de Vivienda, que ha impulsado Podemos y que el PSOE ha pactado con los morados, Bildu y ERC y que ella misma criticaba durante su gestación, la vicepresidenta primera ha asegurado que los topes al alquiler son sólo transitorios y ha recordado que el PSOE promovía una proposición de ley para acelerar la ejecución del desahucio de okupas, lo que a su juicio sólo ha decaído por la disolución de las Cortes por el adelanto electoral.
Este argumentario del PSOE llega cuando se cumple un año de su mayor podemización. Tras el fiasco del PSOE en las elecciones andaluzas de junio de 2022, Pedro Sánchez empezó a arremeter contra los empresarios. En junio vinieron los impuestos a banca y energéticas; en septiembre, el de grandes fortunas, y 2023 ha empezado con otra subida del SMI y la Ley de Vivienda.
Pontevedresa
Se están matando entre ellos, y la política de este maladado gobierno Frankestein que a mi me ha encanallado, y disfruto viendo semejante escabechina, y también lo hago con el programa que acabo de ver el Gabinete de Julia Otero, donde ella, Angélica Rubio, Pablo Ivars e Ignasi Guardáns han hecho un programa vomitivo escupiendo cólera por los pactos PP y VOX, nunca había visto nada igual. Y Julia, cual posesa, repitiendo una y otra vez, ese es el ticket Feijoo Abascal o Sánchez Yolanda, como si no supiéramos lo que son estos dos últimos. ¡Menuda propaganda para la derecha¡