El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, ha reconocido ahora que el Gobierno puede negociar la fecha límite para privatizar Bankia, como adelantó Vozpópuli."Es factible", ha dicho Guindos en un desayuno informativo organizado por El Economista, donde ha recordado que el límite está fijado a finales de 2017 y, si se da algo más de tiempo, se podrá maximizar su valor.
Según Guindos, Bankia ha sufrido la penalización de la situación económica durante estos años, pero ahora es una de las entidades más solventes de todo el sistema español. Y si cuenta con algo más de tiempo para que la situación se disipe por completo, se podrá aumentar el valor de la venta.
Este margen temporal extra, tal y como ha explicado, permitirá que su valor se vincule más a la "impecable" gestión que se está haciendo en la entidad. Y se podrá vender mejor. Por eso, ha considerado "perfectamente" posible modificar la fecha límite de su desinversión.
Además, ha vuelto a insistir en que la salida de Bankia a bolsa fue un error, como ya dijo la semana, cuando culpó de esta operación no solo al entonces presidente de la entidad, Rodrigo Rato, sino también al Banco de España. ¿Queda alguien que crea que fue un acierto?", ha preguntado el ministro, tras recordar que solo la devolución a minoristas ha costado 1.800 millones.
El Gobierno lleva tiempo teniendo contactos con las autoridades europeas
A mediados de mayo, Vozpópuli adelantó que el Gobierno estaba ya teniendo contactos con las autoridades europeas para poder quitar los plazos límite a la venta de BFA-Bankia. El Ejecutivo habría pedido a la Comisión su visto bueno no solo para aumentar el plazo como ha dicho Guindos este lunes, sino para eliminar la fecha límite para maximizar el retorno de una inversión pública de más de 22.000 millones.
La iniciativa habría partido, según las fuentes, de la propia entidad nacionalizada. El Gobierno recogió esta petición con cierta reticencia inicial por la pérdida de credibilidad que puede suponer la solicitud de más tiempo una vez más, pero finalmente entendió que la fijación de una fecha concreta puede restar valor a la hora de la venta y condicionar al mercado.
La desinversión de la entidad nacionazala se fijó a través de una ley nacional, por lo que cualquien cambio o modificación dependerá en realidad del Gobierno y el Parlamento, si bien todo el tema está sujeto a la supervisión de Bruselas de forma oficial o de forma oficiosa tras la ayuda recibida para la banca.
