EY Insights y EsadeEcpol prevén un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español del 1,7% para 2024, aunque han advertido de que este pronóstico está condicionado a las nuevas fuentes de incertidumbre, especialmente en relación con una creciente inestabilidad geopolítica que está afectando, en particular, al comercio internacional.
EY Insights y EsadeEcpol han publicado este jueves la quinta edición de 'MacroInsights', un informe bimensual de seguimiento de la economía española enfocado al sector empresarial. De acuerdo con el informe, el panorama económico en España continúa siendo positivo, con una proyección de crecimiento del Producto Interior Bruto de un 0,5% en el cuarto trimestre de 2023.
Si las previsiones se cumplen, el balance de 2023 sería positivo, con un avance del 2,4% en el PIB español. No obstante, los expertos han advertido de que, aunque la expectativa para el primer trimestre de 2024 es de un crecimiento similar al cuarto trimestre del año anterior, lo preliminar de esta estimación aconseja cautela y considerar el escenario de que sea ligeramente menor.
Por un lado, en el informe se alerta de que la inestabilidad geopolítica persiste. Los conflictos en Ucrania y Oriente Medio se han visto exacerbados por una escalada de tensiones en el mar Rojo. A su vez, este conflicto ha generado interrupciones en las cadenas de suministro, repercutiendo en los costes de transporte asociados y en la producción industrial, como se ha reportado en fábricas del sector automotriz en Bélgica, Hungría y Francia.
2024, año de "súper ciclo electoral"
En el entorno político, el informe apunta a que los primeros movimientos legislativos del recién estrenado gobierno español indican una trayectoria accidentada, marcada por la necesidad de alinear a numerosos actores con capacidad de veto.
Además, los expertos señalan que 2024 se perfila como un año de súper ciclo electoral, con elecciones en Europa en junio y en Estados Unidos en noviembre. "Este panorama deja en suspenso cualquier gran proyecto regulatorio y abre interrogantes sobre la dirección que tomarán ambas potencias tras los comicios", se advierte en el informe.
En el ámbito puramente económico, se anticipan también ciertos desafíos. Existe una creciente preocupación por el estrés financiero, producto de la elevada deuda global y los costes de financiación. Además, persisten las dudas sobre el final del endurecimiento de la política monetaria, algo que está inevitablemente vinculado al grado de persistencia de la inflación.
Un plan de transición 'verde'
En el ámbito empresarial, la elaboración de un plan de transición que se alinee con la nueva taxonomía verde de la Unión Europea se perfila como un paso estratégico ante la incertidumbre regulatoria marcada por el próximo ciclo electoral.
Además, el análisis sugiere que afrontar el desafío de la descarbonización y tomar decisiones empresariales de gran calado requerirá necesariamente prestar atención a dos factores clave: En primer lugar, los experto señalan que se deberá repensar las rutas comerciales y los métodos de transporte, especialmente en aquellos sectores productivos donde la disponibilidad de los bienes necesarios para descarbonizar las cadenas de suministro pueda verse afectada por los cuellos de botella emergentes en las rutas marítimas.
En segundo lugar, las empresas deberán afrontar la incertidumbre en torno al margen de financiación para la inversión en transición ecológica o en cualquier otra área. Este factor dependerá en gran medida de la política monetaria y las expectativas del mercado que, actualmente, apuntan a que el ciclo de bajadas de tipos se inicie en el segundo semestre del año.