El primer ministro francés, Edouard Philippe, ha anunciado que recurrirá al artículo 49.3 de la Constitución para aprobar la reforma de las pensiones sin votación parlamentaria ante la "obstrucción deliberada de una minoría" en el debate en la Asamblea Nacional.
Philippe ha comparecido ante la propia Cámara para realizar este anuncio con el argumento de que se han registrado 115 horas de debate sin resultado. "Después de 115 horas de debate en sesión pública, día y noche, incluidos fines de semana, la Asamblea Nacional ha examinado hasta el artículo 8 de un proyecto de ley ordinario que tiene 65", ha apuntado Philippe. "Quedan por examinar más de 29.273 enmiendas", se ha lamentado.
Ante esta "obstrucción deliberada de una minoría", el primer ministro ha anunciado que ha decidido "comprometer la responsabilidad del Gobierno en el proyecto de ley (...) no para terminar el debate, sino para terminar este episodio de no debate en un parlamento privado de su función eminente de legislar", ha indicado.
Sin embargo, Philippe ha destacado que se tramitará no el proyecto de ley original, sino que se tendrán en cuenta las aportaciones y enmiendas debatidas con los interlocutores sociales. La decisión ha sido validada en la mañana de este sábado en el Consejo de Ministros.
Se tramitará no el proyecto de ley original, sino que se tendrán en cuenta las aportaciones y enmiendas debatidas con los interlocutores sociales
El anuncio ha sido recibido con abucheos por la oposición, principalmente por miembros de La Francia Insumisa. La oposición legalmente tiene 24 horas para presentar una moción de censura.
En concreto, la Los Republicanos (derecha) y los tres grupos de izquierda (Partido Socialista, La Francia Insumisa y Partido Comunista de Francia) han presentado dos mociones de censura contra el Gobierno por "pisotear el procedimiento parlamentario".
Los cambios promovidos por el presidente francés, Emmanuel Macron, plantean la obligatoriedad de trabajar hasta los 64 años, dos más de los fijados actualmente, para conseguir la pensión completa, así como la abolición de los regímenes especiales para ciertos gremios.
El mero planteamiento de la reforma derivó en una ola de movilizaciones en Francia, escenario de una huelga indefinida en diciembre y enero que se dejó sentir principalmente en el sector de los transportes.