El fin de las mascarillas anunciado por el Gobierno ha generado el caos en las grandes empresas de distribución, inquietas por la repercusión de la nueva norma en la atención al público. Aunque el Real Decreto aprobado por el Ejecutivo este martes no obliga a mantener los cubrebocas en interiores de establecimientos comerciales o supermercados -según anunció la ministra de Sanidad, Carolina Darias- las compañías han elaborado a contrarreloj sus propios protocolos para poner en marcha a partir de este miércoles. Todos, eso sí, en aplicación a sus empleados; ningún cliente estará obligado a llevar la mascarilla en estas tiendas.
En su comparecencia este martes, Darias ya dejaba la pelota en el tejado de las empresas. "En el entorno laboral, con carácter general, no resultará obligatoria. No obstante, los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgo del puesto de trabajo, podrán establecer las medidas que consideren pertinentes", explicaba.
Mientras empresas como Inditex han esperado a la publicación del BOE, para poder leer los detalles del texto anunciado, otras como Mercadona ya han tomado la decisión de qué mensaje trasladar a sus trabajadores. En el caso de la empresa que dirige Juan Roig, tras la aprobación del Real Decreto el uso de las mascarillas será voluntario para sus trabajadores, y recomendado para "personas sensibles" al coronavirus; es decir, empleadas embarazadas y trabajadores mayores de 60 años o inmunodeprimidos.
La decisión de Mercadona, tomada ya este mismo martes, contrasta con las de otras cadenas de supermercados, como es el caso de Carrefour. La cadena francesa explica, consultada por Vozpópuli, que en todos sus centros de trabajo se mantiene por ahora el uso de las mascarillas, y que "en función de la evolución de la pandemia se tomarán nuevas medidas". Eroski, por su parte, obligará a sus trabajadores a llevar el cubrebocas este miércoles, para tener cierto margen para "leer el Real Decreto, analizarlo, y tomar después la decisión", confirman desde la empresa.
Caso aparte es el de El Corte Inglés, que acordó ya la semana pasada que sus empleados deberán seguir utilizando la mascarilla cuando atiendan a un cliente con proximidad física -como puede ser en pruebas de maquillaje-, pero también si el cliente al que atiende el empleado sí la lleva. Además, será obligatoria en la atención de mesas y barras en hostelería, platos preparados y pastelería, así como en el mostrador de frescos.
Mascarillas en Zara o Cortefiel... y Correos
Una vez analizado el texto del Real Decreto, este miércoles, la dueña de Zara o Stradivarius ha decidido que las mascarillas entre sus trabajadores serán voluntarias, pero sí recomendará su uso en zonas donde no se pueda mantener la distancia de seguridad -como las cajas- y en áreas de descanso o vestuario.
Por su parte, el gigante Tendam, que engloba a marcas como Cortefiel, Springfield o Women'secret, ya concretó el martes su protocolo. En su caso, el grupo textil apunta a que en las tiendas de la marcas los empleados "tendrán a su disposición las mascarillas por si quieren seguir usándolas, algo que además la compañía está recomendando a sus equipos". Parecida posición es la de Mango, que recomienda el uso de mascarillas por parte de sus equipos de tienda "siempre que no se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal".
No son, no obstante, las únicas grandes empresas que atienden diariamente al público en sus establecimientos. Correos también esperará para tomar una decisión firme, por lo que esta semana sus trabajadores seguirán llevando la mascarilla de forma obligatoria. "El viernes próximo está convocado el Comité Estatal de Salud Laboral, en el que están presentes todas las organizaciones sindicales. Se analizará el texto del Real Decreto aprobado este martes y se adoptarán las decisiones oportunas, siempre buscando el consenso", explican desde la compañía pública.