Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero delegado (CEO) de la cadena hotelera Meliá, celebra que el Gobierno haya decidido aumentar la seguridad en los aeropuertos exigiendo test a los turistas que visiten España y procedan de países de riesgo, pero considera que "la obligatoriedad de que sea una PCR realizada 72 horas antes en origen puede convertirse en una medida disuasoria".
En declaraciones a Vozpópuli, Escarrer asegura que la posición de su empresa, como la de muchas otras, es decir "sí" a la máxima seguridad, pero "dando facilidades al viajero que no pueda venir con la PCR hecha para no penalizar aún más al turismo".
En este sentido, pide al Ejecutivo que flexibilice la normativa aprobada este jueves -y que comenzará a aplicarse a partir del 23 de noviembre- con la realización "alternativa" de test de antígenos, "muy seguros, rápidos y económicos", en el propio aeropuerto.
"Aena debería facilitar al máximo la realización de estos test de antígenos en sus aeropuertos, como otros países. Es, por otra parte, una medida más realista, ya que es imposible controlar desde España que todos los países obliguen a sus viajeros a hacerse los test antes de salir", asegura a este medio el CEO de la principal hotelera española.
Escarrer defiende que "los test a los turistas, bien planteados, pueden ser una formula necesaria para la configuración de turismo seguro. Pero igualmente importante es garantizar la viabilidad de ese turismo seguro, y ello implica dar las máximas facilidades a los viajeros sin desincentivarlo, algo imprescindible para la supervivencia del sector y el empleo turístico".
La medida "llega tarde"
Desde que se abrieron de nuevo las fronteras en junio, en los aeropuertos sólo se llevaba a cabo un control de temperatura y visual. Para los hoteleros, "la propuesta del Gobierno llega tarde y resultaría muy costosa a los viajeros y poco operativa a la vista de los avances que existen ya en pruebas de detección de la covid-19", según la patronal CEHAT.
A partir de ahora, los pasajeros deberán indicar en un formulario si disponen de una PCR negativa realizada en las 72 horas previas a la llegada y en cualquier momento se les podrá solicitar la acreditación del resultado de la prueba. Y en caso de llegar sin ella, serán sancionados.
El Ministerio de Sanidad no aclara cuáles serán las sanciones que se aplicarán a los viajeros que lleguen a España sin una PCR negativa, tal y como ha informado Vozpópuli este jueves. Sólo concreta que las multas parten de los 3.000 euros y pueden alcanzar los 600.000 euros, pero dentro de ese abanico "dependerán de las circunstancias" de cada persona.
España era uno de pocos países de la Unión Europea que todavía no había impuesto restricciones para los viajeros comunitarios que aterrizan en sus aeropuertos, tal y como informó Vozpópuli hace una semana.
Con los rebrotes de coronavirus en el continente, la mayoría de los Gobiernos ya exigían pruebas PCR o cuarentenas obligatorias a los turistas procedentes de los lugares con mayor incidencia del virus, con el fin de reducir el nivel de contagios y controlar la pandemia.