Banco Popular se jugaba su futuro en la ampliación de capital de 2.500 millones en la que embarcó hace unas semanas. La entidad puso toda la maquinaria en marcha para asegurar la operación y parte del éxito se debió a la respuesta que obtuvo de su propia clientela. El banco ofreció préstamos a muchos clientes para que compraran títulos nuevos con el gancho de ampliarles la financiación ya existente. Una oferta atractiva que muchos no pudieron resistir y que ha probado ser un negocio redondo en muchos casos.
“He sacado 110.000 euros de beneficios y he logrado 4,85 millones de financiación extra por acudir a la ampliación de Popular”, reconoce un cliente de la entidad que logró un préstamo para comprar 1,4 millones de euros en títulos de Popular y que ayer mismo ya hizo caja. “Ha sido un negocio redondo. He recuperado la pasta y además he logrado financiación extra”, reconoce.
Casos como el descrito no están aislados y explican tanto el éxito de la ampliación de capital, suscrita al 99,9% a través de la suscripción de derechos, como la fuerte presión vendedora que ha sufrido la compañía en Bolsa tras la llegada al mercado de los 6.243 millones de acciones nuevas.
Las nuevas acciones de Popular acumulan una caída en Bolsa del 12,7% desde que empezaron a cotizar el pasado jueves. Una avalancha vendedora que se explica por las plusvalías que acumulaban muchos inversores que compraron derechos para acudir a la ampliación. Y es que el precio medio de suscripción de las acciones durante las semanas en las que se negociaron los derechos de suscripción rondó los 0,54 euros. El jueves los títulos del banco arrancaron a 0,631 euros, lo que daba margen a los nuevos accionistas a vender con plusvalías. Tras la caída de ayer la acción quedó en 0,55 euros, lo que probablemente frenará el ímpetu vendedor de quienes compraron en la ampliación, al quedar ya poco margen para lograr beneficios.
