Los bancos de inversión se han ganado el sueldo en la ampliación de capital de Banco Popular y contra los pronósticos de los más agoreros no han tenido que “tragarse” las acciones de la entidad. Se han empleado a fondo y sus esfuerzos por encontrar compradores entre los grandes inversores han dado frutos. Los institucionales, los más difíciles de convencer, se han quedado con unos 720 millones de euros en títulos y entre los que han acudido a la ampliación se encuentran incluso hedge funds que en el pasado han tomado posiciones bajistas sobre el valor. Un trabajo que abre la puerta a que reciban una comisión de éxito de hasta 20,7 millones que se suma a los 52 millones de euros que percibirán por asegurar la operación.
Popular se jugaba el futuro en la macroampliación de 2.500 millones de euros en la que embarcó hace unas semanas. La entidad no quería sorpresas. Se jugaba su independencia y para asegurar el éxito de la operación había firmado un contrato de aseguramiento con 15 bancos de inversión. De esta manera, en caso de no conseguir inversores para cubrir la totalidad de la oferta, estas entidades se comprometían a quedarse los títulos sin vender. Finalmente la sangre no llegó al río. La operación se ha cubierto en la primera ronda y la entidad evita a así recurrir a ayudas públicas.
Con la ampliación Banco Popular buscaba cubrir las necesidades de capital después de que la prueba de esfuerzo realizada por Oliver Wyman desvelara que registraba un déficit de 3.223 millones de euros en un escenario macroeconómico muy adverso.
El éxito de la operación, no obstante, se debe también a la buena acogida que ha tenido la oferta entre los minoristas . El esfuerzo comercial de la red también ha dado sus frutos y la entidad ha reconocido que los particulares han suscrito un importe ligeramente superior a su participación en el accionariado. En concreto, unos 1.260 millones de euros, algo más de la mitad de la operación. El resto de la ampliación la han suscrito los accionistas de referencia. En total se han hecho con 520 millones de euros en acciones, más de los 420 millones de euros a los que se habían comprometido inicialmente.
La respuesta de los institucionales era la que más dudas suscitaba pero finalmente el respaldo llegó. Las entidades colocadoras (Deutsche Bank, Santander, Merrill Lynch, JP Morgan, UBS; Barclays, BNP Paribas, HSBC, Morgan Stanley, Société Générale, Mediobanca, BBVA, Crédit Mutuel, Keefe, Bruyette & Woods y JB Capital) tendrán que ver ahora si cobran un extra por el trabajo realizado. El folleto de la operación reconoce que la entidad pagará “a su discreción” una comisión de éxito de hasta el 1% igual al precio de suscripción multiplicado por el número total de acciones aseguradas por cada banco. Esto implica repartir entre los 15 bancos unos 20,7 millones de euros. Cifra que suman a los 52 millones que se repartirán por asegurar la operación.
Deutsche Bank, la entidad que más arriesgaba al asegurar 997 millones de títulos, podría percibir unos cuatro millones en comisión de éxito, mientras que Santander, que aseguraba 748 millones de títulos, podría ingresar un plus de 2,9 millones de euros; la misma cuantía que podrían llegar a percibir JP Morgan y UBS, los otros coordinadores globales.