La enésima rebaja de la nota de la deuda española llegaba este martes de manos de la poco conocida agencia japonesa R&I, que reducía la calificación hasta ‘A’ desde ‘AAA’. La agencia nipona alega que la situación de la economía española tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria no es muy prometedora, especialmente por la ausencia de una base industrial sólida que invite al crecimiento.
A pesar de las preocupaciones existentes respecto al sector financiero y al excesivo déficit registrado en 2011, la rebaja es bastante magnánima, ya que implica una “alta solvencia”. No obstante, la agencia mantiene el rating español bajo vigilancia, por lo que pueda pasar.
Desde luego la rebaja de R&I es ahora el menor de los problemas de España, acostumbrada a sufrir el castigo de ‘peces más gordos’, como Moody’s, Fitch o Standard & Poor’s, que rebajó en abril la nota de la deuda en dos escalones hasta BB+ desde A.
"Aunque R&I considera como un factor positivo que la deuda pública en relación al PIB es todavía relativamente baja, no se puede descartar una acusada pérdida de solvencia", advierten desde Japón.
España, un país recurrente para las agencias
Aparte de los recortes adoptados por las tres principales agencias de calificación, la deuda española se ha visto recientemente 'golpeada' por otras firmas del sector como la canadiense DBRS, que colocaba el 22 de mayo en revisión para una posible rebaja el 'rating' de España, actualmente situado en 'A', mientras que Egan Jones rebajaba en dos escalones el rating español, desde 'BB+' a 'BB-', dentro ya de la categoría especulativa o 'bono basura'.