¿Qué tienen algunas empresas españolas para que uno de los inversores más reconocidos mundialmente de las últimas décadas haya decidido invertir su dinero en ellas? La respuesta parece sencilla si sabemos que se trata de George Soros. Potencial de revalorización. E incluso mucho potencial, porque si la firma de inversión del multimillonario de origen húngaro selecciona una compañía para su cartera, podemos estar seguros de que se ha analizado la operación sin dejar ningún cabo suelto.
El nombre de Soros está asociado ineludiblemente a la caída de la libra esterlina en 1992, en un momento en que el euro todavía era un proyecto y donde las monedas europeas vivían de la apreciación del marco. En ese contexto, Soros forzó la devaluación de la libra esterlina y ganó con la operación en un solo día 1.000 millones de dólares.
Ahí se granjeó el nombre de especulador, pero sus comienzos en el mundo de la inversión se remontan a 1969, cuando fundó Soros Fund Management y comenzó a asesorar a un grupo de hedge funds agrupados bajo el nombre de Quantum. Esta fama de especulador de Soros se acrecentó a principios de siglo con el derrumbe en bolsa de las compañías puntocom, donde llegó a perder 6.000 millones de dólares por sus inversiones tecnológicas.
La fortuna de Soros se calcula en torno a los 24.000 millones de dólares, cifra que le coloca entre las personas más ricas del mundo
La fortuna de Soros se calcula en torno a los 24.000 millones de dólares, cifra que le coloca entre las personas más ricas del mundo. Y desde que el cambio de regulación en Estados Unidos sobre los fondos de inversión libre obliga a sus gestores a desvelar parte importante de su estrategia, decidió convertir su firma en un family office en 2011. Pero esto no ha significado que la máquina de hacer dinero se haya detenido, puesto que solo en 2013 ganó 5.500 millones de dólares. Una parte insignificante al lado de los casi 30.000 millones que ha logrado desde su creación a finales de los años 60.
El family office está presidido en la actualidad por su hijo Robert y maneja una cartera de 235 compañías, con un valor aproximado de 7.252 millones de dólares, con datos de finales de marzo, según el registro del regulador bursátil de EEUU, de los que un 17,6% están invertidos en compañías de servicios; un 16,4%, en empresas tecnológicas; y un 15%, compañías de energía.
Así que cuando una firma como la de Soros elige durante el último año a varias compañías de un mismo país y en diferentes sectores, puede afirmarse que dicho país y dichas compañías cuentan con la bendición de uno de los más importantes gurús del mundo. Y también con el olfato de uno de los mayores especuladores. No en vano, la lente recuperación de la crisis ha dejado numerosas oportunidades de inversión en España que el multimillonario no ha querido dejar escapar, al calor por ejemplo de la reestructuración del sector financiero europeo por la que apuesta.
Solo este año ha participado en las salidas a bolsa de Aena, Cellnex y la más reciente de Euskaltel. También acudió al estreno en el parqué de la socimi Hispania. Y entró en el accionariado de FCC, Endesa, Iberdrola, Liberbank, Bankia y Santander, en su ampliación de capital.
En la OPV del gestor aeroportuario le adjudicaron un total de 1,7 millones de acciones por un valor de 100 millones de euros, cifra que le situó con el 1,15% del capital de la compañía, mientras que en la salida a bolsa de Cellnex, Soros también se hizo con una participación minoritaria, al igual que en el operador vasco de telecomunicaciones.
En estas operaciones no ha sido el único en estar interesado, puesto que han acudido muchos otros fondos norteamericanos muy conocidos en el mundo inversor. Ni tan siquiera se puede decir que su nombre sea el más conocido, ya que Bill Gates también ha aparecido vinculado a algunos movimientos bursátiles en España.
De hecho, en la 'disputa' mantenida con Carlos Slim por la OPA de Azora, la matriz de Hispania, sobre Realia, la inmobiliaria de FCC, salió perdiendo Soros el envite por ajustar demasiado a la baja el precio por convertirse en accionista de referencia.