Finaliza un primer trimestre en el que los mercados muestran un saldo claramente positivo, aunque a su vez han demostrado gran volatilidad. El Ibex ha acabado hoy anotándose un 0,11%, hasta 10.340,5 puntos, un 4,27% al alza anual, pero sus máximos (10.525) y sus mínimos (9.725) en el periodo llegaron con apenas 15 días de diferencia. El trimestre se ha caracterizado por mucho altibajo y escasa firmeza de fondo. El bono ha finalizado en máximos en precio y mínimos en rentabilidad, en el 3,23%, pero siempre con la mirada puesta en los programas de estímulos tanto del Banco Central Europeo (BCE) como de la Reserva Federal. Pura heroína en vena, de la que ya son adictos todos los mercados.
Precisamente, hoy la presidenta de la Fed, Janet Yellen, tenía que desdecirse de sus vaticionios de hace pocos días, semana en las que anunció una disminución de estímulos, reconociendo que las compras de bonos continuarían siendo necesarias “durante un tiempo”.
España, por su lado, ha amagado con buenos datos, pero tampoco ha sorprendido en exceso. Algunas firmas han revisado algo al alza sus expectativas de crecimiento y el paro ha comenzado a arrojar ciertos brotes positivos, pero incipientes y titubeantes.
El bono, a tope
Con semejante panorama, la rentabilidad de la deuda está en condiciones de tocar mínimos históricos, por debajo del 3% en el segundo trimestre del ejercicio. El bono español sigue siendo un buen negocio para los inversores internacionales.
El tipo de interés está en el 0,25%. Multiplicado por 10, supone un 2,5%, por lo que el activo doméstico a 10 años sigue ofreciendo un atractivo diferencial para la comunidad financiera. Hablar a estas alturas de prima de riesgo comienza a ser casi anecdótico, ya que está en 166 puntos. Aan así, Alemania sigue imbatible y tiene su tipo a 10 años en el 1,56%.
En el terreno corporativo, Bankia ha colocado un paquete accionarial y han salido a Bolsa varias socimis (un producto de moda) con notable éxito. Los inversores internacionales continúan buscando oportunidades inmobiliarias, pero siguen sin verse grandes inversiones en el terreno industrial.
La compra de ONO por parte de Vodafone ha sido la gran operación del trimestre. La compañía británica dio el paso al frente, al fin, ofreciendo 7.000 millones de euros.
En Bolsa, lo más destacado ha sido la recuperación de los vapuleados valores relacionados con la energía, como Solaria (+66%), Abengoa (+65%), Fersa (57%) o Acciona (49%). Otras compañías distressed, como Colonial, se dispararon un 78%, mientras Vocento, que también venía de cotas muy deprimidas, rebotaba un 74%.
Jazztel cotizó al alza la expectativa de ser la siguiente tras ONO, ante una posible oferta de Orange y se ha revalorizado estos tres meses un 40%.
En el lado contrario, algunas empresas de corte industrial como Ence, Natra, Inditex o Deoleo han sufrido las mayores pérdidas. En el caso de la compañía que fundó Amancio Ortega, el descenso es del 8% y viene motivado más por una toma de beneficios después de un rally que ha durado años enteros que por pérdida de confianza de los inversores en la compañía.