Manuel Menéndez, actual subdirector general de CaixaBank ha dejado la firma. El ejecutivo llevaba una larga trayectoria en la entidad catalana y ha sido reconocido externamente siempre como el hombre fuerte del grupo en Madrid. Eran los tiempos en los que fue consejero delegado de Invercaixa Holding. En la actualidad, también trabajaba en el área de participadas y era responsable de la banca de inversión de la entidad.
Desde el grupo financiero en Barcelona señalan que Menéndez se marchó poco antes del verano y que lo ha hecho motivos personales, descartando que haya sido una salida precipitada por la implantación del a nueva fiscalidad a los blindajes que entra en vigor el año que viene. El asunto lo han llevado con la máxima discreción en atención al propio ejecutivo, siempre enemigo de la notoriedad pública. Desde las oficinas en la Avda. Diagonal de Barcelona, los portavoces señalan que no se ha remplazado todavía a Menéndez, "que tenía un gran equipo a su cargo", aunque aclaran que tampoco dan por amortizado su puesto.
Manuel Menéndez comenzó su trayectoria profesional en Arthur Andersen, de donde pasó a AB Asesores y, posteriormente, a Deutsche Bank. Un hombre con experiencia en auditoría, mercados de capitales y banca que fue fichado por La Caixa a finales de los años 90 y en quien Isidro Fainé ha tenido siempre una gran confianza.
Más peso en Madrid
De hecho, el peso específico de Menéndez alcanzó sus mayores cotas cuando se especulaba con que La Caixa iba a trasladar gran parte de sus efectivos a Madrid para reforzar presencia en la capital, ya que era la gran plaza financiera española. Todo eso ocurría a mediados de la pasada década.
Posteriormente, la disolución de Invercaixa y el tsunami bancario global, con adquisiciones incluidas, causaron que su figura quedara algo engullida en el organigrama, aunque mantenía la responsabilidad sobre la banca de inversión y la presencia en consejos de administración de entidades participadas. De hecho, el mes pasado dimitió de Colonial.
Menéndez, cubano, es un hombre de gran prestigio en el sector financiero, especialmente en Madrid donde, además, destacan su simpatía y dotes para las relaciones públicas, pese a un deliberado bajo perfil mediático y escaso agrado por los periodistas.