La deuda de Madrid fue literalmente robada de las manos el pasado miércoles, cuando colocó 1.000 millones de euros. Tal como destaca Santander en el slide adjunto, “en 50 minutos, las órdenes alcanzaron los 1.600 millones de euros”. Una locura, que está haciendo de oro a quienes tomaron posiciones en bonos madrileños en agosto.
En aquellos días veraniegos, la rentabilidad rondaba el 10%-11%. Las CCAA eran auténticas apestadas y no estaban recogiendo el buen tono de los mercados, anticipando un septiembre negro, eufóricos después de que a finales de julio Mario Draghi dijera que iba a impedir la ruptura del euro. Pero, a punto de acabar agosto, Mariano Rajoy emuló al presidente del Banco Central Europeo (BCE), asegurando que “habrá financiación para todas las CCAA”. Pocas semanas antes, se había constituido el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que aseguraba la capacidad de pago de cualquier región.
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Ahí, entraron varios fondos de inversión y de pensiones, “preferentemente alemanes”, según señalan desde una importante sala de tesorería española, que pudo confirmar este extremo por parte de los interesados a principios de año en la reunión Spain Investors Day celebrada en Madrid.
En noviembre, la rentabilidad ya había caído del 9,5% al 7% y la siguiente subasta, de 1.470 millones, se cubrió “íntegramente por inversores de EE UU”, comentan desde una gestora. Esa operación disparó de nuevo el precio del bono (y rebajó la rentabilidad) de manera vertical, como puede verse en el gráfico, hasta caer por debajo del 5%, cota en la que se ha mantenido.
En la reciente subasta, la colocación fue del 4,5% y en el secundario, como puede verse, ha avanzado unas ligeras posiciones.
Los expertos destacan que este buen tono también ha tenido réplica en otros activos, como la deuda catalana, que cotiza unos 40 puntos básicos por encima. La garantía del FLA significa que el Tesoro respalda las emisiones y, a su vez, la garantía del Tesoro significa que detrás está el Banco Central Europeo (BCE).
La posibilidad de entrar en una deuda con ese respaldo y tipos más altos ha sido bien vista por inversores oportunistas, que se han volcado, especialmente sobre Madrid ya que, conforme destacan las fuentes consultadas, “tienen menos deuda, está mejor gestionada y no ha solicitado la ayuda del FLA”.