Nueva sesión de desastre en los mercados de deuda, aunque la Bolsa ha mitigado en parte el vapuleo. La persistencia de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), en desmarcarse de las ayudas a España e Italia en los mercados se ha traducido en otro día de furor vendedor, aunque la prohibición de las posiciones cortas en ambos países ha dado un respiro a la renta variable. Con el castigo de hoy, los Gobiernos que presiden Mariano Rajoy y Mario Monti ya tienen peor acceso a los mercados que Irlanda, país que fue intervenido en 2010. No parece que desde las altas instancias vaya a mejorar la sensibilidad sobre los dos miembros de la Eurozona que el pasado 29 de junio se plantaron ante Ángela Merkel, exigiendo ayudas. La fuerza del eje Madrid-Roma pierde potencia por momentos.
El Ibex ha acabado un 1,10% a la baja, lo cual es un dato muy favorable si se tiene en cuenta que llegó a desplomarse un 5,4%, hasta los 5.900 puntos. De hecho, al cierre, el indicador español no estuvo entre los peores del día. Le superaron claramente París, Milán o Londres, todas con más del 2,5% a la baja.
Donde la cosa no fue tan bien fue en la deuda. El 10 años español llegó a tocar el 7,56%, para finalizar en el 7,49%, después de un incremento de su rentabilidad de 22 puntos básicos. Italia también tuvo un día pésimo: incrementó el tipo de interés de su bono de referencia en 13 puntos básicos hasta el 6,32%, por lo que superó al activo irlandés similar (a 9 años), que acabó en el 6,28%.
En los tramos cortos la diferencia se agudiza más a favor de la economía británica. Irlanda, país intervenido hace poco menos de dos años, está ahora en mejor situación que ambas naciones mediterráneas.
Primeros frutos
Un experto de una entidad francesa comentaba que las turbulencias de los últimos días sobre España y también Italia han desviado la atención (y la presión) de los mercados sobre Irlanda. Si a eso se le une que las reformas emprendidas en materia de reordenación bancaria y fiscal “han dado ciertos frutos, mientras en España todavía hay que dar tiempo para ver los efectos”, la realidad es que hoy este país intervenido está en mejor situación que sus otros dos compañeros de crisis.
Hoy se han escuchado declaraciones tanto de Luis de Guindos como del ministro de Hacienda alemán, Wolfang Schauble, descartando la posibilidad de un rescate español. Pero lo cierto es que los mercados no dan demasiado crédito a ese voluntarismo, sobre todo a tenor de la oleada de Comunidades Autónomas que solicitan acogerse al Fondo de Liquidez.
Desde varios flancos se pregona la inminente caída de España, especialmente desde los anglosajones. De momento, el Tesoro debe afrontar mañana la subasta de Letras a 3 y 6 meses y el próximo jueves, de bonos. Será una nueva piedra de toque para comprobar hasta qué punto los mercados dan la espalda a España.