La filial estadounidense del Banco Santander no atraviesa por su mejor momento. Ya lo advirtió Deloitte hace unos meses, en su informe de auditoría de las cuentas de 2015 de Santander Holdings USA: el banco no había aplicado el debido control sobre sus datos financieros.
Ahora, el retraso de la filial en dar a conocer sus cuentas del primer semestre (no es la primera vez que pide más tiempo) ha sumido a Santander Holdings USA en fuertes pérdidas en Wall Street. Este lunes Banco Santander ha caído un 15% tras conocerse que este miércoles tampoco dará a conocer sus resultados.
Santander Holdings USA perdió 1.455 millones de dólares en 2015
Santander Holdings USA ya perdió 1.455 millones de dólares en 2015 (2.457 millones de beneficio en 2014). Las elevadas pérdidas se debieron a la actualización del valor de mercado de Santander Consumer, que cotizaba en la Bolsa de Nueva York, y que sólo en lo que va de año ha visto reducido su valor de cotización un 30%.
Un año nefasto para la filial de Botín
Pero no solo es el mal dato en Bolsa y las dudas sobre sus cuentas. La suspensión de los test de estrés -es ya la tercera vez consecutiva que no los supera- ha impedido a Santander USA distribuir dividendos. La filial de Santander en Estados Unidos y la de Deutsche Bank fueron las únicas entidades de 31 analizadas que suspendieron en marzo de 2015 y también en junio de 2016.
Santander Holdings USA explicaba en sus últimas cuentas enviadas a la SEC que durante 2015 había introducido "una serie de nuevos controles para remediar la debilidad material descrita anteriormente". Santander subrayaba entonces que ha "diseñado e implementado controles adicionales" y que esperaba "que estas mejoras hayan remediado las debilidades", y que continuaba en todo caso "monotorizando la efectividad operativa de los nuevos controles nuevos para fortalecer el control interno". Mientras estas mejoras llegan, la filial del Santander no para de devaluarse y acumular riesgos.