La fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria tampoco es ajena a los problemas del diésel que llegan desde muchos ámbitos, sobre todo políticos. La guerra emprendida contra un combustible que sigue siendo el más utilizado en nuestro país, especialmente cuando hablamos de vehículos destinados al transporte de pasajeros o mercancías a cierta escala, está afectando a muchas de las fábricas españolas de los grandes grupos automovilísticos que cuentan con plantas en nuestro territorio.
Tras los anuncios de paradas de producción en fábricas como la de Seat en Martorell ante la falta de motores diésel a causa de la entrada en vigor de la nueva normativa de homologación de los niveles de emisiones o la de Volkswagen en Landaben por el mismo problema, o la de Ford en Valencia por falta de demanda de motores diesel, ahora ha sido la fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria la que acusa este demonización de un combustible hasta hace poco la panacea por su eficiencia.
En su caso no por falta de motores sino por una caída de la demanda que ha llevado a la planta vitoriana a parar la producción el pasado mes de octubre durante cinco días y otros tantos este mismo mes de noviembre, anunciando ya que también en diciembre habrá ajustes en la producción con determinados días de parada y supresión del turno de noche desde el pasado día 12 de noviembre y, previsiblemente, hasta el próximo día 20 de diciembre.
Unos ajustes que llevará a la planta de Vitoria a dejar de producir este año cerca de 8.000 vehículos, toda vez que el 100% de los modelos que fabrica, la popular Vito principalmente, son diésel. Así, de las 155.000 unidades previstas para este 2018 serán finalmente cerca de 147.000 las que salgan de la cadena de montaje de la fábrica vitoriana.
Vito eléctrica, ya en producción
Afortunadamente, no todo son malas noticias para Mercedes-Benz Vitoria. A pesar de que evidentemente no están contentos con la parada de producción que va a evitar batir el récord previsto al inicio del año, se ha destinado en este año un importante esfuerzo para adaptar la planta a las nuevas tecnologías de electrificación de la gama.
De hecho, la nueva e-Vito cien por cien eléctrica ya está siendo producida y las 400 primeras unidades van a ser entregadas en breve en el mercado alemán, estando previsto para el mes de marzo el inicio de su comercialización aquí en España. Una Vito “cero emisiones” que puede ser un revulsivo para la fábrica vitoriana, que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos con una clara apuesta en formación para este nuevo desafío.
Ahora que se va a limitar, casi prohibir, acceder al centro de ciudades como Madrid, algo que se irá extendiendo tarde o temprano a otras grandes urbes, la nueva e-Vito va a permitir satisfacer las demandas en cuanto a movilidad en entregas urbanas.
Con una capacidad de batería de 41,4 kWh, la autonomía es de alrededor de 150 kilómetros, e incluso en las más desfavorables condiciones permitirá al cliente un alcance de 100 kilómetros. Y en unas seis horas de recarga, la autonomía completa está disponible de nuevo.
El motor eléctrico tiene una potencia de 115 CV y, sobre todo, un par máximo instantáneo de hasta 300 Nm, muy adecuados para uso urbano. La velocidad máxima se puede ajustar al uso operacional. Si la eVito se usa predominantemente en el centro de la ciudad, se puede configurar una velocidad máxima de 80 km/h para ahorrar energía y aumentar la autonomía. Para viajes de larga distancia se puede seleccionar una velocidad máxima de hasta 120 km/h.
