El sector de la hostelería vive una de sus horas más bajas. Con fuertes restricciones sobre el sector, que se incrementan conforme los rebrotes crecen, los hosteleros hacen números para mantenerse con vida en un momento en el que se cuestiona la extensión de los ERTE.
Un sector en el que la franquicia tiene un papel protagonista y en el que el movimiento de las cadenas está resultando determinante para evitar un cierre masivo de establecimientos. Una de las herramientas clave ha sido el colchón de los ICO que, siendo más accesibles para empresas saneadas, han permitido a grandes compañías como FoodBox aumentar su liquidez para hacer frente a los pagos durante la crisis del coronavirus.
No en vano, la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) reconoce que su acuerdo suscrito con el ICO, por el que le suministró informes semanales sobre la situación de las franquicias que solicitaban un crédito, "agilizó la concesión de muchos de ellos", explicaba a Vozpópuli el director ejecutivo de la Asociación Española de Franquiciadores, Eduardo Abadía. Según un informe realizado por la asociación, el 75% de los franquiciados de las redes asociadas a la AEF han tenido que solicitar un crédito durante esta crisis.
Las cadenas se mueven
En esta travesía, no solo los ICO han sido suficientes. En este sentido, mientras los establecimientos estaban cerrados "la respuesta mayoritaria" de las cadenas fue no cobrar los cánones y royalties a los franquiciados, lo que supuso cierto "alivio" en muchos casos.
No obstante, varias de estas cadenas, como Burger King o Beer&Food, finalizaron estas medidas cuando los restaurantes pudieron volver a levantar la persiana. No ha sido el caso de otras como Amrest (La Tagliatella, KFC) o la española Restalia (100 Montaditos, TGB, La Sureña), que, en vista de la situación, han tomado la decisión de seguir manteniendo estas concesiones.
En este sentido, el grupo polaco ha decidido rebajar el royalty hasta el próximo mes de diciembre, mientras que Restalia ha lanzado un segundo paquete de medidas de protección para sus franquiciados, que refuerza. En concreto, este paquete engloba acciones como bonificación del royalty y financiación de compras de materia prima. Asimismo, el grupo español ha ofrecido el soporte de un equipo específico para prestar asesoramiento y ayuda al franquiciado en las renegociaciones de alquiler de los locales.
Con un consumo en hostelería que se sitúa al 50% que antes del estallido de la pandemia, el paraguas de las cadenas será determinante para garantizar la supervivencia de las franquicias.