El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha comparecido en el Congreso de los Diputados para explicar por qué el ejecutivo optó en 2012 por un Real Decreto para realizar la amnistía fiscal después de que el TC haya dicho que esa decisión fue contraria a la Constitución española. El ministro ha reconocido que "se la jugaron" con esa opción pero ha destacado la necesidad imperiosa de realizarlo "de forma urgente" ante la crítica situación en que se encontraba entonces el país.
Montoro ha causado hilaridad en los miembros de la oposición tras asegurar que van a proponer a la cámara una prohibición de cara a futuro de nuevas regularizaciones fiscales extraordinarias. "Está demostrado que no nos gustan a ninguno", ha asegurado. Sin embargo, eso ha sido a pesar de que, según los datos que ha aportado, la amnistía producida tras el RD de marzo de 2012 ha sido muy positiva en cuanto a la recaudación.
Por otra parte, el ministro propondrá "un aumento extraordinario de la plantilla de la Agencia Tributaria, así como también inspectores laborales".
Dramatismo
"Ahora ya nadie se acuerda, pero en 2012 se trataba de evitar el rescate con condiciones como las que le impusieron a otros países como Grecia. Ahora nadie se acuerda de que los proveedores de empresas públicas tenían facturas sin pagar de más de 600 días, que algunos grandes laboratorios amenazaban con irse de España y dejar de suministrarnos medicamentos", ha dicho el ministro tirando de épica, a pesar de que el TC ya le indicó que el fin no justificaba los medios.