Naturgy registró unas pérdidas de 2.822 millones de euros en 2018 como resultado del deterioro de activos de casi 4.900 millones de euros realizado en la primera mitad del ejercicio, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A finales del pasado mes de junio, con motivo de la presentación de su nuevo plan estratégico, Naturgy ya anunció esta revisión del valor de sus activos llevada a cabo como consecuencia de la actualización de las principales hipótesis y proyecciones de los negocios, lo que motivó un deterioro contable de 4.851 millones de euros, que impacta significativamente y de forma extraordinaria en la cuenta de pérdidas y ganancias consolidada del ejercicio 2018.
Excluyendo este impacto y otros elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario creció un 57%, hasta los 1.245 millones de euros.
El ejercicio 2018 del grupo estuvo marcado por la llegada de un nuevo presidente ejecutivo, Francisco Reynés; la entrada de nuevos accionistas, con la salida de su capital de Repsol que vendió su participación a CVC; y la renovación del consejo de administración y una nueva estructura organizativa de la compañía, que presentó además su nueva estrategia para 2018-2022.
"Será durante los próximos años cuando veremos una mejora más sustancial de resultados"
Reynés valoró que en el ejercicio el grupo ha establecido "las bases para afrontar la transformación del grupo, reposicionar al negocio de cara a la transición energética y lograr los objetivos fijados en la nueva hoja de ruta".
Así, indicó que los resultados de 2018 "muestran una evolución positiva de los negocios, pero será durante los próximos años cuando veremos una mejora más sustancial de resultados a medida que avanzamos en la ejecución del plan".
El resultado bruto de explotación (Ebitda) cerró 2018 en los 4.019 millones de euros, con un incremento del 3%. Sin considerar los elementos no recurrente, el Ebitda ordinario creció casi un 12%, hasta los 4.413 millones de euros.