La Solvencia Familiar, el índice estrella de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha suspendido a la economía española. La crisis inflacionista que marcó el 2023 fue el principal factor disruptivo, dando como resultado una tendencia alcista del IPC. Es más, el pasado periodo se cerró con una inflación del 3,1%, una décima menos en diciembre que en noviembre, lo que se traduce en una inflación media anual de 3,5%.
Una realidad que los propios datos avalan. Los alimentos destacaron el año pasado por registrar las tasas más elevadas, con incrementos de doble dígito prácticamente todo el año. En los últimos meses, se moderaron al 9% y diciembre acabó con una variación anual de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas del 7,3%. Dentro de este punto, el aceite de oliva destacó por encima del resto al registrar una subida del 55%, liderando el alza entre los alimentos con menos Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Unas subidas en el coste de vida que han hecho mella en las carteras de las familias y, sobre todo, en la situación económica de los hogares, pero: ¿Es tan grave la coyuntura económica de España? ¿Es la caída más pronunciada del último lustro? Un mar de incógnita que llegan a un mismo puerto: la OCU. La entidad publica anualmente el conocido Índice de Solvencia Familiar, un indicador que, tal y como indican, es objetivo y que no está influenciado por ningún facto externo para 'maquillar' las estadísticas.
Este informe de la OCU se elabora a través de una encuesta realizada por más de 3.600 personas de entre 25 y 79 años a los que se le pidieron que evaluasen si les resultaba muy fácil, fácil, difícil o muy difícil afrontar una serie de gastos comunes. Las categorías que fueron analizadas fueron las siguientes: el coste de hogar y vivienda, la alimentación, los cuidados de la salud, la educación, la movilidad y transporte y el gasto en cultura, ocio o tiempo libre.
"En la primera edición del estudio, en 2018, el índice de solvencia familiar en España se situó en 46,2 sobre 100. A partir de ahí, mejoró en años sucesivos, pero en 2021 se desplomó y en 2022 el índice OCU de solvencia familiar continuó cayendo y quedó en 45,8, el peor dato de la serie. En 2023 la situación fue mejor de lo esperado: el dato final del índice es 46,0", explica la OCU en su informe.
Siete de cada diez familias tienen dificultades económicas, según la OCU
La pobreza en España comienza a ser un tema serio y al que se le debe buscar una solución a corto plazo. Y es que la Unión Europea ya había avisado a finales de 2023, al registrar que el porcentaje de pobreza era del 21,2%. Esto equivale a que una de cada cinco personas que viven en España se encuentran en riesgo de exclusión social.
Aun así, el Índice de Solvencia Familiar, a pesar de no marcar el peor dato del último lustro, corrobora lo que auguraba la Unión Europea. Es más, 1 de cada 3 familias piensa que le irá peor en este año 2024. Unas estadísticas que dejan entrever el paradigma de la economía española y la desolación de los españoles.
Solo un 28% de los ciudadanos considera que tiene una situación 'desahogada', mientras que la OCU incluye al resto en un agujero del que es complejo salir. El porcentaje de personas que han tenido en este último año graves dificultades para afrontar sus gastos se acerca al 10%, mientras que el 50% tiene dificultades para comprar carne o pescado y el 28% de los españoles no puede permitirse unas vacaciones.
La propia OCU recalca que los gastos del hogar aún supuesto un verdadero reto para las familias españolas durante el 2023: "Aproximadamente la mitad de las familias españolas, según los datos de la encuesta, ha tenido en 2023 dificultades para afrontar los gastos relacionados con su vivienda: pagar la hipoteca, en muchos casos, pero también el alquiler es más complicado que en años anteriores. Y también es un reto pagar los suministros o la calefacción, aunque el precio de la energía se haya moderado en los últimos tiempos".
En cuanto a los targets que presentan una situación más holgada y con menor precariedad, se encuentran los jubilados y los jóvenes menores de 36 años que no tienen hijos. El núcleo familiar del soltero que vive solo no tiene dificultades económicas en el 32% de los casos, tiene algunas dificultades económicas en el 64% y tiene graves dificultades económicas en el 4%.
Por otro lado, una persona jubilada no tiene dificultades económicas en el 32% de los casos, tiene algunas dificultades económicas en el 62% y tiene graves dificultades económicas en el 6%. La cosa mejora aún más cuando se incluye en la ecuación una segunda persona que cobra una pensión. En dicho caso, el porcentaje sube hasta el 40% en los que no tienen dificultades económicas, el 58% los que tienen algunas dificultades económicas y un 2% los que tienen problemas económicos graves dentro del rango establecido por la OCU.
En lo que se refiere a comunidades autónomas, Navarra, Aragón y La Rioja lideran el ranking como las regiones con un mayor índice de solvencia familiar. En Canarias, Castilla y León, Madrid, Andalucía, Baleares, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha al menos 1 de cada 10 hogares considera que está en muy graves dificultades para afrontar sus gastos cotidianos. Para terminar, la OCU manifiesta que "la situación ha mejorado en Aragón, Navarra, Cantabria o Extremadura, pero las cosas están ahora peor que el año pasado en País Vasco y Cataluña".
Un país cada vez más pobre y con serias dificultades, ya no solo para llegar a fin de mes, sino para cubrir las necesidades básicas como lo son los alimentos o el alquiler de una vivienda, o por lo menos así lo refleja la OCU. ¿Cuál es el futuro que se avecina sobre España? ¿Mejorará la calidad de vida durante el próximo lustro? Un panorama con luces y sombras donde el PIB parece que empieza a remontar tras años de decadencia, pero con unos españoles cuyo poder adquisitivo se ve desplomado cada año que pasa.