El turismo comienza su cuenta atrás para salvar la temporada más importante del año tras varios meses sin ingresos por la crisis sanitaria provocada por la covid-19. Ahora, a poco más de un mes de que de comienzo el verano, los europeos debaten no sólo si viajarán o no en los próximos meses, sino dónde lo harán. Bruselas ha advertido que es importante levantar las restricciones entre los Estados miembros cuanto antes para ayudar a esta industria, que representa más del 10% del PIB europeo y para la que "los próximos meses son cruciales": de media, entre junio y agosto, los residentes de la Unión Europea realizan 385 millones de viajes por turismo y gastan alrededor de 190.000 millones de euros, según datos de Eurostat.
La Comisión Europea, en sus recomendaciones, recuerda que "para muchos Estados miembros, regiones y ciudades europeas, el turismo es un contribuyente clave al tejido económico y social". En nuestro país, el peso del turismo en la economía del país ronda el 13%, por encima de la media europea. El pasado año, España, segunda potencia turística mundial después de Francia, recibió entre junio y septiembre alrededor de 38 millones de turistas extranjeros, fundamentalmente británicos y alemanes, generando unos ingresos aproximados para el sector de 40.000 millones de euros.
Sin embargo, el Ejecutivo comunitario recuerda que "este ecosistema se ha visto muy afectado" por el coronavirus y la Organización Mundial del Turismo (OMT) prevé una disminución del turismo internacional de entre el 60% y el 80% respecto al pasado año, incluyendo los viajes desde terceros países a la UE. Esta caída podría implicar pérdidas de, al menos, 840.000 millones de euros en ingresos. Los residentes en Estados Unidos, China, Japón o Rusia son los que más gastan en sus viajes, y los que más tardarán en llegar a Europa. Los expertos esperan que primero se impulsen los desplazamientos nacionales y entre aquellos países de la Unión Europea que hayan alcanzado puntos similares en lo que al control de la pandemia se refiere.
España sigue sin marcar fecha
En este sentido, varios Estados miembros ya preparan su 'desescalada' y apertura de fronteras para recibir turistas este verano y hacerse con una parte de los mencionados ingresos que genera el turismo en la UE. Los ciudadanos necesitan saber cuándo se abrirán las fronteras y cuáles serán las restricciones antes de reservar sus viajes y algunos países europeos ya han marcado una fecha a partir de la cual recibirán turistas extranjeros. No es el caso de España, que recientemente ha aumentado las restricciones sin aclarar cuándo finalizarán. El pasado viernes el Gobierno cerró las fronteras aéreas y marítimas a los ciudadanos de la UE al menos hasta el 24 de mayo (con posibilidad de prórroga) e impone una cuarentena obligatoria a todos los viajeros mientras dure el estado de alarma, salvo algunas excepciones.
La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, aseguraba este domingo en una entrevista en la televisión francesa que lo más importante es "no poner en peligro la vida ni de los españoles ni de los turistas". "El país estará disponible, abierto. Os recibiremos en cuanto podamos garantizaros la seguridad", añadía, dejando en el aire la fecha en la que esos turistas podrán entrar en el país. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha dado un paso más este lunes durante una entrevista en TVE al asegurar que espera que la actividad turística se reactive a "finales de junio" si la 'desescalada' va "bien", de tal manera que cuando los españoles puedan viajar entre provincias, los extranjeros podrán entrar en el país.
Otros países son más concretos. Italia ya ha avanzado que abrirá sus fronteras desde el 3 de junio sin necesidad de guardar cuarentenas y Alemania pon el horizonte en el 15 de junio. En este sentido, Christophe Castaner, ministro del Interior de Francia, avanzaba este fin de semana que su previsión es que "casi totalidad" de las fronteras de la Unión Europea y el Espacio Schengen estén abiertas el 15 de junio. En cuanto a Grecia, un gran competidor del turismo vacacional español, es uno de los países de Europa menos afectados por la pandemia y se ha marcado como fecha el 1 de julio para recibir turistas internacionales, aunque planea reanudar gradualmente los vuelos extranjeros a finales de mayo, comenzando con los servicios entre Atenas y Munich, Zurich, Frankfurt y Ginebra, según Reuters.
En conversaciones con Vozpópuli, el presidente de Exceltur, José Luis Zoreda, consideraba hace unos días que las medidas del Gobierno y la ausencia de un calendario suponen un "freno" para esos viajeros internacionales, que ante las "dificultades" y "trabas" que pone España podrían decidirse por otros destinos como Grecia, "con menos incertidumbre en las perspectivas de viajar". Lo cierto es que el sector turístico en España ya da por perdido el mes de junio. Apenas el 2% de los hoteles tiene previsto abrir en las próximas semanas o meses, mientras no se permita que los españoles salgan de sus provincias, una medida que no está prevista hasta, al menos, finales de junio.
Se encomienda al turismo nacional
España espera que el turismo nacional suponga un importante apoyo para el sector cuando se permitan los desplazamientos interprovinciales, tal y como han avanzado en varias ocasiones la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; pero sólo la mitad de los españoles tiene intención de viajar por turismo este verano, según un estudio de EY-Parthenon publicado por Vozpópuli. El análisis de la consultora divide las respuestas por comunidades autónomas. Galicia y Andalucía son las más pesimistas. Por contra, los ciudadanos de Madrid y Castilla-La Mancha son los más optimistas. Del 50% de los españoles que espera viajar este verano por turismo, el 41% optará por destinos nacionales y sólo un 9% piensa hacerlo en el extranjero.
La consecución de una vacuna se sitúa como un aspecto clave para la recuperación del sector. El 36% no volverá a volar hasta que no se encuentre; mientras que el 27% no cogerá un tren y el 23% no alquilará una habitación de hotel hasta que eso ocurra. Además, el gasto en turismo podría no incrementarse incluso una vez que superemos la crisis sanitaria. En este sentido, un 42% de los encuestados asegura que gastará menos, mucho menos o nada tras el fin de la pandemia, siendo los autónomos y parados los más decididos a reducir su nivel de consumo.