Francisco García Paramés ha perdido recientemente a su director de relación con inversores en plena crisis de rentabilidad. Santiago Cortezo García ha dejado Cobas para comenzar una nueva andadura profesional en Plus Value, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes financieras. Por lo pronto, la gestora de fondos ha decidido no buscar un reemplazo para este profesional.
Cortezo García, sobrino de Paramés, ha hecho carrera en las tres casas value más importantes de España como director de relación con inversores. Comenzó su andadura en Bestinver, donde trabajó más de ocho años. De ahí, saltó a Azvalor y más tarde a Cobas.
Fuentes próximas a Cortezo han explicado a este medio que este movimiento se enmarca en una decisión de "crecimiento profesional". Ahora, en la agencia de valores en la que trabaja, Cortezo hace labores de asesoramiento personal, un rol muy distinto al que ha mantenido durante esta última década.
Plus Value ofrece asesoramiento financiero basado en la filosofía value y sólo comercializa productos de Cobas, Azvalor, Magallanes y Abaco Capital. En concreto, todos los productos relacionados con fondos de inversión y planes de pensiones. En renta variable internacional ofrecen: Cobas Selección, Cobas Internacional, Cobas Grandes Compañías, Azvalor Internacional, Azvalor Blue Chips, Magallanes European Equity y el Magallanes Microcaps Europe.
De renta variable ibérica sólo ofrece las estrategias de Cobas Azvalor y Magallanes; y mixtos, los de Abaco: el Global Value Opportunities y el Renta Fija Mixta Global. De deuda sólo cuentan con Cobas y Azvalor.
El periplo del gurú
Francisco García Paramés, el gurú de Cobas, sigue sin hacer rentables sus inversiones y ya van casi tres años de carrera en esta nueva gestora fundada por él mismo. Sus fondos de renta variable caen más de un 10% desde sus inicios. En renta fija, su estrategia cede un 3,27% y en planes de pensiones la situación no mejora.
Aunque estos malos datos no se deben achacar sólo a una persona, es error de todo un equipo, sí es cierto que Paramés está acostumbrado a navegar en estas aguas. En su primer año de gestión, en 1998, perdió un 17,5%. Dos años más tarde, sus fondos se habían revalorizado un 78,4%. Más tarde, en 2002, con la caída de las Torres Gemelas y la posterior recesión de Estados Unidos, perdió un 38,4% de rentabilidad.
Más tarde llegó la crisis de 2007 a 2009, y luego 2011. Tras estas cuatro pérdidas, el gestor consiguió remontar a los 24 meses, con rentabilidades por encima del 60%. No obstante, la situación política y económica de esas caídas no es comparable con la situación actual, sobre todo porque los retrocesos se han producido en años de bonanza económica, si obviamos los últimos doce meses.