La pensión máxima superará los 45.000 euros anuales en 2025. La subida que llevará a cabo el Gobierno en enero rondará el 2,9%, según los cálculos que maneja Seguridad Social. En concreto, subirá la media del IPC de este año, que a falta del último dato de noviembre se sitúa en el 2,75%, más un 0,115% adicional. Con todo, si el último mes no hace variar la primera cifra, la subida de la prestación máxima sería del 2,865%.
En 2024 la pensión máxima se fijó en los 3.175 euros al mes, que a largo del año (con la suma de las 14 pagas que tienen los pensionistas) asciende a una nómina total de 44.450 euros. Si se aplica la revalorización del 2,87% prevista, en 2025 esta máxima crecerá en unos 90 euros mensuales, hasta los 3.266 euros. En términos anuales, la subida se traducirá en unos 1.200 euros más al año, alcanzando los 45.725 euros en el conjunto del ejercicio.
Más allá de la máxima, todas las pensiones contributivas de la Seguridad Social y de las Clases Pasivas subirán un 2,75% en enero de 2025, un punto menos que este año. Este dato tendrá que confirmarlo el Instituto Nacional de Estadística (INE) el próximo jueves 28 de noviembre, cuando publique el dato de IPC del mes, pero difícilmente distanciará la subida del 2,8%. La subida general de 2025 será la inflación media registrada entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, que apunta al citado 2,8%.
Será la revalorización más moderada desde 2022, cuando las pensiones contributivas se revalorizaron un 2,5% (en 2023 subieron un 8,5% y en 2024, un 3,8%). Sin embargo, también será significativamente superior a la que se producía antes de la crisis inflacionista (en 2019 las pensiones subieron un 1,6%; y en 2020 y 2021, un 0,9%). Los años de mayor inflación coincidieron con la entrada en vigor de la reforma aprobada por el actual Gobierno, que indexa la revalorización al IPC del año anterior.
La pensión media superará los 18.000 euros
Con esta subida, la pensión media del sistema, que en el último mes estaba en los 1.260 euros considerando todas las modalidades de pensiones y prestaciones, rondará ya los 1.300 euros al mes y superará los 18.000 al año. La pensión media de jubilación, que en 2024 habrá superado la barrera de los 20.000 euros anuales al situarse en octubre en los 1.447 euros mensuales, rozará los 1.500 euros mensuales y superará los 20.700 euros anuales. Ésta se calcula con las nóminas que perciben más de 6,5 millones de personas.
Desde 2024 también se aplica la subida de las pensiones mínimas contributivas y del régimen de Clases Pasivas por encima de la inflación para alcanzar en 2027 el 60% de la renta mediana. En 2024 la pensión mínima de jubilación para mayores de 65 años con cónyuge a cargo ha subido un 6,9%, pasando de los 13.526 euros (966 euros al mes) a los 14.466 euros (1.205 al mes). El objetivo es que en 2027 alcance al menos los 16.500 euros anuales (1.179 euros al mes), un 14% más que ahora.
En este sentido, las pensiones mínimas (algo más de 2 millones), la del complemento para la reducción de la brecha de género (de la que se beneficiarán alrededor de un millón de personas), y el casi medio millón de pensiones no contributivas, aquellas que perciben los jubilados o en situación de invalidez que no han cotizado lo suficiente, subirán por encima del 2,75%, como en años anteriores. Con todo, se estima un sobrecoste de las pensiones en 2025 superior a los 7.000 millones de euros.
El creciente gasto en pensiones
Este año la factura total de las pensiones ya supera los 200.000 millones, 50.000 millones más que hace sólo cinco años, como consecuencia fundamentalmente de las últimas revalorizaciones conforme al IPC, tras la reforma aprobada por el actual Gobierno. También han influido la mayor esperanza de vida, récord en la UE; el número de pensionistas, que crece con cada vez más intensidad por la jubilación de los babyboomers; o el efecto sustitución, con nuevos pensionistas que entran al sistema con prestaciones más altas que los que salen.
Además, la 'bola de nieve' cada vez se hará más grande. La Comisión Europea calcula que el gasto crecerá con más fuerza en los próximos años, a medida que la generación más numerosa se jubile. Se elevará al 14,3% del PIB en 2030, al 16,2% en 2040 y al 17,3% en 2050. En su último informe alertó de que las medidas de ingresos planteadas en la última reforma de pensiones, como el aumento de las contribuciones al sistema y de la edad efectiva de jubilación no serán suficientes y el déficit del sistema alcanzará el 3,1% en 2053.
Las cotizaciones que abonan los trabajadores y los empresarios ya sólo pagan alrededor del 70% de la factura, siendo necesario cubrir el resto con lo que ingresa el Estado vía impuestos o con deuda pública. La financiación del Estado a la Seguridad Social (a través de transferencias y préstamos) para sostener las pensiones en los últimos seis años, entre 2018 y 2023, asciende a 271.905 millones, lo que equivale al 19% del PIB y al 70% de la nueva deuda pública generada en el mismo periodo.
El Fondo de Reserva, popularmente conocido como 'hucha de las pensiones' y creado en 1997 para ahorrar capital y pagar las prestaciones en los momentos difíciles, ha estado años bajo mínimos. La reforma llevada a cabo por el exministro José Luis Escrivá pretende recuperar fondos con la sobrecotización al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) desde 2023. El ahorro se aproxima ya a los 9.000 millones, lo que cuesta sólo la nómina de un mes, y estos ingresos no se empezarán a utilizar hasta 2032.