Los esfuerzos de Arabia Saudí y sus aliados para recortar su producción de petróleo, junto con el declive involuntario del bombeo en Venezuela e Irán, han impulsado el precio del crudo en el primer trimestre del año, hasta revertir parte del desplome que registró en la recta final de 2018.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Riad, redujo su bombeo en 543.000 barriles diarios en marzo, hasta quedarse en una producción conjunta de unos 30 millones de barriles diarios (mbd), por debajo de la demanda estimada para el grupo durante este año, de 30,3 mdb.
La OPEP anunció su decisión de acotar sus extracciones a principios del pasado diciembre y el impacto de la medida se comenzó a notar en el mercado ese mismo mes. Desde entonces, el petróleo Brent, de referencia en Europa, ha avanzado cerca de un 20%, hasta superar esta semana los 71 dólares por barril, su máximo nivel en cinco meses.
Impulso al precio
Los indicadores económicos alentadores que han llegado desde China, así como el optimismo sobre las negociaciones comerciales entre Washington y Pekín, han contribuido a impulsar el precio, aunque los expertos apuntan a las medidas de la OPEP como el principal motor de la recuperación del precio.
"Existen diversos factores para esta tendencia al alza, pero el recorte de Arabia Saudí y la OPEP es con diferencia el componente más relevante. Las sanciones sobre Irán y Venezuela son un complemento que ha incrementado la preocupación por el nivel de oferta", ha explicado David Madden, analista de CMC Markets.
Estados Unidos, en alerta
El repunte del precio ha puesto en alerta a Estados Unidos, que teme repercusiones negativas en su economía. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha solicitado públicamente en varias ocasiones a la OPEP que cambie su estrategia y contribuya a controlar la subida.
Los tuits que envió Trump para tratar de condicionar el mercado lograron que la cotización del petróleo perdiera varios puntos en las horas posteriores a la publicación de sus mensajes, pero en el medio plazo no parecen haber surtido el efecto deseado. Los analistas, sin embargo, creen que en la segunda mitad del año la posición de Washington puede contribuir a que el cártel petrolero que lidera Arabia Saudí modere el alcance de sus medidas.