El 95% de los ayuntamientos españoles está ya en superávit, gracias a las ayudas financieras que han recibido del Gobierno, mientras que el 50% de la deuda de buena parte de las comunidades autónomas ya se encuentra en manos del Estado. Conclusión: por mucho que organizaciones como Podemos o Ciudadanos prometan el oro en esta campaña electoral, tendrán que atenerse a los compromisos que estas instituciones han contraído con Hacienda para continuar acogiéndose a estas ayudas, salvo que prefieran conducirlas a la quiebra.
Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía, las más beneficiadas por la financiación facilitada desde Hacienda
Esta es la conclusión a la que se llega en el Gobierno después de analizar el estado contable de las 17 comunidades y de los más de 8.000 ayuntamientos existentes en España. Cuando en 2012 la mayoría de estas instituciones se veían incapacitadas para financiarse en los mercados, Hacienda las rescató a través del Fondo de Liquidez Autonómica, el plan de pago a proveedores y, últimamente, el Fondo de Financiación a Entidades Locales. Han sido asistencias a las que han acabado recurriendo a cambio de unas condiciones envidiables. Por ejemplo, los ayuntamientos que por diferentes vías han pedido estas ayudas disponen de 10 años de plazo para devolverlas, con dos de carencia y a un tipo de interés cero. En el caso de las comunidades, las que han llamado a la puerta de Hacienda van a ahorrarse 22.647 millones en una década y en el caso de los ayuntamientos, 1.300 millones. Los territorios que saldrán más beneficiados por estos ahorros serán los de Cataluña (8.036 millones), la Comunidad Valenciana (4.921) y Andalucía (3.971). Gracias a ellos, cumplirán los objetivos de déficit, un problema que se ha reducido a la mitad en solo tres años.
La condicionalidad impuesta desde Hacienda a comunidades y ayuntamientos para recibir este auxilio financiero ha permitido el control de sus cuentas, prácticamente en tiempo real. Gracias a ella, deben respetar los plazos que rigen para el pago a proveedores, crear fondos de contingencia y asumir el principio de prudencia financiera, aspectos que garantizan que el conjunto de estas administraciones acatarán el principio de estabilidad presupuestaria y los objetivos de déficit, conteniendo o rebajando sus gastos corrientes.
Comunidades y ayuntamientos tienen difícil recular
¿Podrán las comunidades en las que influyan Podemos o Ciudadanos, después de las elecciones del día 24, eludir estas condiciones de contención presupuestaria? La respuesta que se ofrece en el Gobierno es claramente negativa ya que las abocaría a financiarse en los mercados en condiciones mucho menos ventajosas, teniendo en cuenta que hay algunos gobiernos regionales, entre ellos los de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Cataluña o Andalucía, cuyo endeudamiento supera o roza el 30% de su PIB. La deuda conjunta de las comunidades alcanza los 235.000 millones de euros, lo que revela que no está el horno para bollos.
Hay 500 millones disponibles para que los futuros gobiernos municipales puedan acogerse a las ventanas de liquidez
En la dirección contraria sí habrá espacio para el acuerdo ya que Hacienda pondrá todas las facilidades. Por ejemplo, los nuevos equipos de gobierno que se constituyan en los ayuntamientos el próximo 13 de junio y quieran incorporarse a los diferentes fondos de financiación, podrán hacerlo sin problemas pues el Gobierno tiene todavía asignados 500 millones de euros para hacerlo. Se trata de una ventana de liquidez a la que algunas corporaciones locales ya han acudido tras la reciente aprobación por parte de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos de una inyección de liquidez que suma en total 1.000 millones y que ha tenido un primer paquete de 113, de los que se han beneficiado, sobre todo, municipios catalanes, andaluces y valencianos. Este dinero se destinará a inversiones financieramente sostenibles de largo plazo que han sido miradas con lupa por la secretaría de Estado de Administraciones Públicas que dirige Antonio Beteta y que han estado supeditadas, en buena parte de los casos, a la reducción de los gastos corrientes y pueden contribuir a mejorar las arcas locales gracias también a la bajada de los tipos de interés y al aumento de los ingresos.
Salvo que después de las próximas elecciones generales los electores manden a la reserva a los dos grandes partidos, no es previsible que se entierren los planes diseñados desde Hacienda para sanear las cuentas autonómicas y locales, aseguran en el Gobierno, debido a sus buenos resultados. Uno de los motivos por los que en 2011 la prima de riesgo superó los 600 puntos fue, precisamente, la opacidad con la que se gestionaban las cuentas de las comunidades autónomas, lo que motivó un déficit oculto de tres puntos de PIB. "Es algo que no debemos olvidar para no repetirlo", señalan en el Gobierno.
