Economía

Primer empleo joven: cobrar un 33% menos y lidiar con 'contratos' precarios

Los jóvenes españoles tienen que aceptar como primer empleo 'contratos' como falsos autónomos y sueldos mucho más bajos que los que se cobraban al comienzo de la crisis 

  • Foto de archivo.

El salario promedio de los contratos de entrada en el mercado laboral en España se han reducido un 11% desde 2008. Esta cifra se ve agravada cuando se toma de medida a los jóvenes menores de 26 años, que ven como su salario por hora es un 14% menor y en el cómputo anual alcanza el 33%

La temporalidad se ha incrementado tras la destrucción de puestos de trabajo provocada por la crisis, creciendo para lo más jóvenes y encontrándose por encima de la existente antes de este periodo, según el informe de Oxfam Intermón "¿Realidad o Ficción? La recuperación económica, en manos de una minoría". 

Además, el 70% de los menores de 25 años tienen empleos temporales, el récord de hace 20 años. De la misma manera, en la última década el trabajo a tiempo parcial ha crecido un 16% para el conjunto de la población ocupada. Para los menores de 25 años ha crecido un 54%, tres veces más rápido.  

La subcontratación, otro problema

Al problema de los sueldos se le suma al precariedad laboral que sufren los jóvenes mediante las subcontratas. La coordinadora de relaciones institucionales de Oxfam Intermón, Lara Contreras, denuncia que este tipo de contratos son una amenaza porque los jóvenes trabajan prácticamente sin ningún derecho. 

Contreras expone que en Oxfam están comenzado a tratar el problema y subraya que ya cuentan con diferentes testimonios de personas que han trabajado en este tipo de empresas y que lamentan no tener un sueldo garantizado, ni vacaciones. 

"Nos dimos cuenta de que éramos falsos autónomo"

Uno de esos casos es el de Daniel Gutiérrez, antiguo repartidor de comida de Deliveroo.

"Una empresa normal paga a sus trabajadores una nómina, les da de alta en la seguridad social, tienen vacaciones, si se rompen una pierna tiene periodos de baja. Muchos compañeros nos empezamos mosquear porque no veíamos dónde estaba el beneficio para el trabajador, y había cosas incompatibles con el hecho de ser autónomo. Nos dimos cuenta de que éramos falsos autónomos", afirma, el joven. 

Por otro lado, Cristina, una chica de 25 años afirma que tiene que seguir trabajando en hostelería por las "circunstancias económicas de su casa". 

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