El futuro de las fábricas de Nissan en Barcelona sigue todavía sin aclararse cuando quedan poco más de siete meses para dar por finalizada la actividad de la marca japonesa en sus plantas catalanas. Son muchas las propuestas, casi una veintena, las que han llegado para su reconversión industrial, la mayoría de ellas ligada al coche eléctrico, siendo la de reconvertirse en una fábrica de baterías la que hasta ahora mayores opciones tenía.
Pero ahora, el grupo belga Punch ha presentado uno de los proyectos más sólidos por cuanto no supone una ruptura total con los procesos de producción actual, para mantener la producción de las tres fábricas de Nissan en Barcelona y, con ello, el mantenimiento de la totalidad de la plantilla de los centros, formada por unos 2.200 trabajadores, y de la "mayoría" de los puestos indirectos, así como la continuidad de la producción de los modelos fabricados en la actualidad en estas instalaciones, los diferentes pick-up de la propia Nissan además del que produce para Renault así como la versión eléctrica del NV200.
El proyecto presentado, según informa Europa Press, es uno de los 17 que se han recogido en torno al futuro de las instalaciones de Nissan en Barcelona, asegura la continuidad de los 2.200 trabajadores de las factorías de Zona Franca, Sant Andreu y Montcada i Reixac, así como parte de los empleos de la industria auxiliar, y serviría para garantizar el futuro de las más de 20.000 familias que dependen de la fábrica de Nissan.
El grupo, que factura 500 millones de euros y cuenta con más de 40 años de experiencia en sectores como el de la automoción y la tecnología, tiene intención de asegurar el proyecto industrial en la zona a largo plazo "no limitándose a mantener las instalaciones", ya que introducirá tecnología innovadora como la que está desarrollando en otros países de Europa. La firma belga, que en los últimos años ha invertido 420 millones de euros en actividades de Investigación y Desarrollo (I+D), maquinaria e instalaciones, tiene experiencia en proyectos de reindustrialización, con instalaciones en Francia, Bélgica, Reino Unido, Eslovaquia y China.
Acuerdo de licencia Nissan
La propuesta de reindustrialización de Punch para los centros de Nissan en Barcelona recoge su compromiso de iniciar la actividad el 1 de enero de 2022, justo después del cese de actividad anunciado por Nissan para el 31 de diciembre de este ejercicio, aunque esta intención podría variar en caso de que se alarguen los plazos en el proceso de adjudicación. En los primeros 12 a 18 meses, Punch fabricaría en estas instalaciones los modelos que se montan en la actualidad en Barcelona, para lo que cuenta con un acuerdo de licencia de uso de propiedad intelectual otorgado por Nissan.
La compañía irá introduciendo nuevas tecnologías en los modelos para su adaptación a las nuevas normativas sobre emisiones Euro y posteriormente contempla fabricar un modelo bajo su propia marca, cuya denominación no se ha desvelado, de forma adicional a los modelos de Nissan actuales.
De esta forma, la multinacional belga, propiedad de la familia Dumarey, introducirá en los modelos que se fabriquen en Barcelona nuevas tecnologías desarrolladas en los centros que mantiene en todo el mundo, incluyendo la vinculada con los sistemas de propulsión de hidrógeno, una tecnología que cobra cada vez más fuerza como combustible de futuro para el coche eléctrico a través de la pila de combustible.
La carta de intenciones presentada por Punch incluye un compromiso por parte de la empresa de invertir en una nueva nave de pinturas y prevé aprovechar todos los equipos en las instalaciones de Nissan en Barcelona. El proyecto de reindustrialización del grupo Punch será liderado por Andy Palmer, ex consejero delegado de Aston Martin y antiguo director de operaciones y de proyectos de Nissan Motor Corporation.