El recibo de la electricidad de un consumidor medio se situará cerca de los 62 euros al cierre de noviembre, lo que supondrá una caída del entorno del 14% con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando costó 71,96 euros.
Además, según el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con respecto a octubre el recibo bajará algo más de un 3%, puesto que el mes pasado alcanzó los 64,13 euros. Teniendo en cuenta que noviembre tiene un día menos, en términos diarios la bajada será menor, cercana al 2%.
De esta manera, en términos mensuales el recibo vuelve a bajar en noviembre, tras subir en octubre y las bajadas de septiembre y agosto. Anteriormente, rompió en julio con dos meses de descensos. También subió un 1% en abril, mes en que acabó con la tendencia bajista experimentada desde el pasado mes de octubre, que solo se vió interrumpida en diciembre, cuando subió levemente.
Gracias a la suspensión de la aplicación del impuesto del 7%
El cambio de tendencia de octubre de 2018 se produjo gracias a que el Ministerio de Transición Ecológica decidió durante ese mes suspender durante seis meses la aplicación del impuesto del 7% a la generación eléctrica, medida que supuso una rebaja de alrededor del 4% en la factura, pero que dejó de estar vigente a mediados de abril. Por ello, ahora la vuelta de este impuesto tiene un efecto alcista en el recibo.
En cuanto a la evolución del coste de la electricidad con respecto al año pasado, con noviembre a la baja son ya siete meses de descensos tras subir en abril y marzo. Anteriormente, bajó un 1,3% en febrero, caída que se produjo después de la subida del 5,7% experimentada en enero tras bajar también en diciembre, mes que rompió con los incrementos registrados desde mayo.
¿Por qué se producen estas variaciones en el precio de la electricidad?
Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).
Estas oscilaciones en el precio de la electricidad se producen básicamente por las variaciones en el coste de producción, que se incrementa cuando hay poca aportación de fuentes de generación renovable como el agua y el viento y mucha de fuentes fósiles más caras, especialmente el gas o el carbón. También se ven afectados por otros factores como el precio del petróleo.