Últimamente, cuando llega el final de cada mes tiemblan los cimientos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, dirigido por Fátima Báñez y ubicado en la zona de Nuevos Ministerios de la capital. Tras una Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre horrenda -365.000 parados más- y un abril que no fue bueno –la Semana Santa apenas estimuló la ocupación- llega el turno de mayo, el temible mayo. El Gobierno defiende que su reforma laboral logrará en el largo plazo lo que destruye en el corto. Pero la reforma laboral ya se nota en otros aspectos, más allá del número de despidos.
Y se nota en el tipo de despidos. Aunque en Empleo llevan un importante e incomprensible retraso a la hora de actualizar las tablas referentes a las extinciones contractuales, este medio ha podido conseguir datos aproximados de los despidos de marzo (la web ministerial solo llega hasta febrero). Y los porcentajes no fallan: solo durante el tercer mes de este año el despido objetivo, también conocido como económico por contemplar una indemnización de 20 días por año trabajado, aumenta más de un 15% frente a marzo de 2011. Una subida a tener muy en cuenta, sobre todo cuando el despido improcedente o caro, el de 33 días por año, se desploma un 30%.
El despido objetivo está contemplado en el artículo 52 de la reforma laboral, que viene a decir, grosso modo, que el empresario podrá despedir con 20 días cuando incurran razones de carácter económico como la caída de ingresos u otras causas similares durante tres trimestres consecutivos. También entran en juego las razones técnicas, organizativas o de producción. En marzo de 2011 se dieron algo más de 147.000 despidos baratos; ahora se rozan los 168.000, y subiendo, según alertan varios expertos consultados.
Más importante es la disminución de despidos improcedentes, a 33 días por año laborado. De 516.000 utilizados en marzo del año pasado a los 363.000 del mismo mes de 2012. Hay más: si se suma el aumento de los afectados por un ERE de extinción (de 78.000 a 83.000 trabajadores), también sancionado con la indemnización más barata, así como otros tipos de despidos acaecidos ese mes con idéntica recompensa, la cifra de asalariados despedidos en marzo con 20 días por año trabajado sube hasta los 267.000 empleados. Casi la mitad.
Finalmente, hay que tener en cuenta que estas tablas solo reflejan los despidos y no las contrataciones, por lo que ninguna conclusión debería desprenderse de tales datos con relación al paro. Por otro, marzo fue el primer mes completo en el que funcionó la reforma: las previsiones irán seguramente a más. Pero, según el Gobierno, aún es pronto para valorar la reforma del mercado de trabajo.