Durante la última década Renfe ha buscado abaratar al máximo los gastos. En el caso de los trenes, el corazón de la operativa de la compañía pública ferroviaria, se ha conseguido adquirir unidades más baratas llegando a acuerdos con los fabricantes en torno a su mantenimiento. A cambio de externalizar este servicio y reducir los operarios de Renfe a cargo del mismo en favor del personal del fabricante, estos últimos rebajan el precio que paga la compañía por los trenes.
Es algo que reconocen desde los sindicatos a preguntas de Vozpópuli. "Los contratos de nuevos trenes implican que se ceda hasta el 90% el mantenimiento de los mismos. Es algo que sucede desde la última década", explica a este diario Antonio García, del sindicato CSIF.
Unas declaraciones que refrenda Rafael Escudero, del Sindicato Ferroviario. "Casi el 100% del mantenimiento es realizado por personal externo para poder negociar precios más económicos al comprar nuevos trenes. Es una práctica muy común en los últimos tiempos. A cambio de facturar más por el mantenimiento los fabricantes reducen el precio de los trenes".
Los problemas de la externalización
Para ello se crean sociedades conjuntas participadas por Renfe a través de las cuales se articulan los contratos de mantenimiento. Tarvia, por ejemplo, es la sociedad en este sentido participada mayoritariamente por Talgo y, con un porcentaje inferior, por Renfe. Las fuentes consultadas por este diario hablan de un 51% para Talgo por el 49% de Renfe. Lo mismo sucede con Actren, participada al 51% por CAF y al 49% por Renfe.
Desde los sindicatos alertan de que esta externalización hace que Renfe pierda parte del control sobre el área de mantenimiento. "Los directivos que gobiernan estas compañías suelen ser mayoría respecto a los de Renfe, que además no tiene el poder de decidir por el porcentaje que posee", concluyen.
Los Talgo que dan problemas se compraron con un 43% de rebaja
En 2016 Renfe lanzó un concurso público para adquirir 30 trenes para su servicio de alta velocidad (AVE). Se lo acabó adjudicando Talgo con un 43% de rebaja sobre el precio inicial de licitación. Algo que denunció Alstom, empresa que competía en el concurso. Los trenes de Talgo son mantenidos por personal de Tarvia, algo que se firmó cuando se adquirieron. Talgo ganó el contrato concretamente por 1.495 millones de euros. Esto suponía un ahorro de 1.200 millones de euros.
El pasado mes de mayo Talgo entregaba al Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana, dirigido por Óscar Puente, las primeras 22 unidades del modelo S106, comercialmente conocido como Avril. La mitad de ellos tuvieron que pasar posteriormente por el taller para reparar distintos problemas. Fuentes del sector explican a este diario que la oferta de Talgo estaba muy por debajo del precio de mercado, motivo por el cual podrían venir las incidencias.
Renfe anunció este verano que reclamaría 167 millones de euros en indemnizaciones por los retrasos en las entregas de los trenes, y una cantidad, aún por determinar, por los problemas en los S106. Prácticamente en paralelo al aumento en las demoras de las frecuencias en las rutas operadas Renfe, Puente anunciaba nuevas condiciones precisamente para las indemnizaciones por este motivo.
Las compensaciones para el AVE, Avlo, Alvia, Euromed, Intercity y trenes de Larga Distancia es del 50% del billete para los retrasos igual o superiores a los 60 minutos, y del 100% para las demoras por encima de los 90 minutos. Hasta el 1 de julio de este año la empresa devolvía la mitad del billete para los retrasos superiores a los 15 minutos y el total del mismo si el tren llegaba más de 30 minutos tarde.