No es fácil tener una empresa hoy en día. Son muchos los datos que lo confirman, como que el 40% de las empresas españolas frenarán inversiones por su mayor "debilidad" o que España acumula 30.000 quiebras empresariales desde la pandemia con el mayor aumento de la UE. También es un reflejo de la complicada situación económica que atraviesa nuestro país la dificultad que encuentran los empresarios españoles para pagar a sus proveedores. De hecho, España es el cuarto país europeo donde sus empresarios más problemas tienen para pagar a los proveedores.
Así queda reflejado en los nuevos datos del Informe Europeo de Pagos, publicados por la multinacional sueca especializada en gestión de crédito y activos Intrum, sobre pagos a proveedores. En ellos se refleja que el 66% de las empresas españolas reconoce que cada vez le resulta más difícil pagar a tiempo a sus distribuidores debido a la "incertidumbre económica".
Este 66% de empresas con dificultad para pagar a sus proveedores queda lejos de la media europea, que se situó en el 59% del total de compañías. Sólo encuentran más dificultades para pagar sus pedidos los empresarios de Eslovenia (69%), Irlanda (67%) y Portugal (66%), como se puede comprobar en el siguiente gráfico.
Todavía por encima de la media europea, se encuentran Eslovaquia (63%), Bulgaria (62%), Noruega (62%), Hungría (61%), Reino Unido (61%), Suecia (61%), Países Bajos (61%), Alemania (60%), Suiza (60%), Finlandia (60%), Grecia (60%), Francia (59%) e Italia (59%).
Por otro lado, reconocen menos problemas a la hora de pagar a sus proveedores los empresarios de Polonia (58%), Bosnia y Herzegovina (57%), Serbia (54%), Austria (52%), República Checa (50%), Croacia (50%), Dinamarca (47%) y Bélgica (46%), estas últimas posicionándose como los cinco territorios con menor porcentaje de empresas en esta situación. Pese a que aquí lo sufren menos, las dificultades para pagar a los suministradores se presenta como un problema generalizado en toda Europa.
Aumenta la dificultad de pagar a los proveedores
En el caso concreto de España, las dificultades han aumentado con respecto a 2023 un 8%, ya que los años anteriores, los empresarios que manifestaron tener grandes dificultades para pagar a sus empresarios representaron un 61% del total, "reflejando, así, un deterioro en la capacidad de las compañías para cumplir con sus obligaciones financieras".
De acuerdo con el estudio realizado por Intrum, el 36% de las empresas en España reconoce que, en comparación con esta misma época de 2023, ahora es más probable que soliciten plazos de pago más largos a sus distribuidores o, incluso, que paguen una factura después de la fecha acordada. Curiosamente, el 35% de las compañías consultadas admite que paga a sus proveedores más tarde de lo que aceptaría de un cliente.
Aparte de las dificultades económicas que aprietan a las empresas, uno de los motivos de que éstas se vean abocadas a retrasarse en sus pagos es el incumplimiento de las obligaciones financieras de sus propios clientes: el 70% de ellas indica que podría cumplir con sus proveedores si sus deudores abonasen a tiempo las facturas pendientes de cobro. "Una coyuntura que genera un efecto dominó que afecta a la sostenibilidad de todo el ecosistema empresarial en su conjunto", señalan desde Intrum.