El Rey no sólo ha propuesto al candidato más votado todas las veces menos una sino que la vez en la que no lo hizo, el 22 de enero de 2016, también pretendía hacerlo, y finalmente no lo hizo tras una tensa reunión porque Mariano Rajoy no quiso por no tener los votos suficientes. Es decir, Felipe VI trató de designar a Rajoy candidato por ser el más votado aunque no tenía apoyos suficientes para ser investido.

Llueven las críticas al Rey por haber designado a Alberto Núñez Feijóo candidato a la investidura sin contar con apoyos que la aseguren, a pesar de ser el más votado por los ciudadanos. Críticas de Sumar y de los afines a Pedro Sánchez que han elegido a Francina Armengol presidenta del Congreso. Y lo hacen a pesar de que Sánchez no podía ser candidato ahora y quería ganar tiempo para cerrar el apoyo de Carles Puigdemont.

Desde el entorno de los socios de Pedro Sánchez en las dos últimas legislaturas se cuestiona que el comunicado de la Casa Real apele a la costumbre de proponer al candidato más votado.

Pero la nota que ha difundido Zarzuela también apunta a dos factores fundamentales que pesan en su decisión: en primer lugar, que ahora mismo no hay otro candidato con más apoyos que los de Feijóo. "En el procedimiento de consultas llevado a cabo por Su Majestad el Rey no se ha constatado, a día de hoy, la existencia de una mayoría suficiente para la investidura que, en su caso, hiciera decaer esta costumbre".

Y en segundo lugar, el comunicado alude a que Felipe VI se ha reunido "con los representantes de los grupos políticos con representación parlamentaria que han comparecido", es decir, no ha podido pulsar lo que pretenden hacer Junts, ERC ni Bildu, que no han acudido a la ronda, cuando los dos primeros son fundamentales para averiguar los apoyos de Sánchez.

Pero el Rey sí que se ha reunido con Sánchez, a quien ha podido preguntar por estos apoyos. Y por mucho que el candidato socialista asegurara en rueda de prensa en Moncloa que la suya es la única opción posible, lo es en todo caso a futuro, no ahora mismo. Con lo que todo parece indicar que el líder del PSOE sugirió al Rey que no le designara ahora mismo.

Armengol también apela a la costumbre

Pero de cara a la galería Sánchez se ha presentado como el único candidato posible sin explicitar para cuándo: este miércoles Armengol ha desvelado que su turno empieza el 27 de septiembre. Eso sí, si Feijóo fracasa, el reloj empezará a contar ya desde la primera votación, los dos meses que habrá para intentar otras investiduras correrán desde el 26 de septiembre.

Y en este punto cabe destacar que la propia Armengol también se ha escudado en la costumbre a la hora de justificar por qué ha decidido fijar la sesión de investidura para el 26 y 27 de septiembre, lo que impedirá que se vote en Nochebuena, Fin de Año o la semana de Reyes si hubiera repetición electoral, pero supone una fecha más avanzada de la que algunos comentaristas barajaban. "En las investiduras pasadas se dio un mes aproximadamente, 35 días ahora es un tiempo más que prudencial", ha explicado.

Feijóo había pedido diez días para negociar a partir del lunes, pero la decisión la toma la presidenta de la Cámara.

El precedente Rajoy

La reunión que mantuvieron el Rey y Mariano Rajoy el 22 de enero de 2016 se presenta como el gran precedente de las que han tenido lugar este martes por la mañana entre el Monarca y Pedro Sánchez y por la tarde con Alberto Núñez Feijóo. "En el transcurso de la última consulta, celebrada con Don Mariano Rajoy Brey, Su Majestad el Rey le ha ofrecido ser candidato a la Presidencia del Gobierno. Don Mariano Rajoy Brey ha agradecido a Su Majestad el Rey dicho ofrecimiento, que ha declinado", rezaba el comunicado de la Casa Real entonces.

En lo que trascendió como un encuentro tenso, en el que el Rey no esperaba que Rajoy no quisiera ser designado en ese momento: "No he renunciado a mi investidura, sino que ahora no tengo votos" declaraba el entonces líder de los populares. La misma situación en la que se encuentra ahora Sánchez, que ha querido sin embargo presentarse como candidato orillando que sólo lo es potencialmente, y descargando en el Rey la elección de que Feijóo vaya primero. El 4 de marzo de 2016 Sánchez intentó su investidura y fracasó.

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