Ryanair mantiene sus previsiones "optimistas" para este invierno. Pese al temor inicial del sector turístico (desde aerolíneas a hoteles) sobre el freno a los viajes tras el verano, el nivel de reservas actual resulta halagüeño para las compañías. En el caso de Ryanair, que compite en el terreno low cost, es especialmente notorio.
Las cifras que maneja la irlandesa a cierre de noviembre apuntan a una línea de ascenso respecto a las cifras de 2019, el último año antes de la pandemia. En este sentido, a cierre del mes pasado Ryanair se anotó 11,2 millones de pasajeros, un 10% más que en 2021. También es una cifra superior al mismo mes de 2019, cuando la cifra se alzó hasta los 10,9 millones.
Según los datos aportados por la empresa, en noviembre destacó su "alto" factor de ocupación, que mide el porcentaje de asientos ocupados en cada avión. El mes pasado se situó en el 92%, 5 puntos porcentuales por encima del mismo mes de 2021. "Con un total de 64.100 vuelos el pasado mes, Ryanair ha transportado a más de 158.400 pasajeros en 2022 y cuenta con un factor medio de ocupación del 91% a lo largo de este año", apunta la empresa.
"Cuesta un poco hacer vaticinios, pero estamos muy por encima de nuestras expectativas, y logrando cifras récord cada mes en lo que respecta al load factor. De cara al invierno, las cifras están por ahora funcionando muy bien, al menos en el inicio de la temporada (octubre y noviembre)", cuenta Elena Cabrera, country manager de Ryanair en España y Portugal, en conversación con Vozpópuli.
Una recuperación que, explican desde Ryanair, va de la mano con el incrementado de capacidad en los aeropuertos donde operan en España, un total de 28. "En invierno de 2019 teníamos en circulación 17,2 millones de asientos con 59 aviones basados; este año son 18,2 millones de asientos y 64 aviones", cuenta Cabrera. En lo que resta de año e inicios de 2023, explica, "las previsiones siguen siendo positivas, el ritmo de booking sigue siendo bueno. Se ha demostrado que la gente sigue viajando. Obviamente tienes esta incertidumbre general, hay que mirar con prudencia", matiza.
Esta semana, socio responsable de Turismo, Transporte y Logística en PwC España, José Manuel Fernández, apuntaba en la misma línea: "El sentimiento y las ganas por viajar, en concreto, al destino español supera los niveles previos a la pandemia, y las perspectivas para el invierno 2022/23 son superiores en cuanto a demanda. La intención de viajes de los principales países emisores nos permite afirmar una positiva mejora en el corto plazo. No obstante, dichos mercados se enfrentan a una situación económica de gran incertidumbre, lo cual puede afectar a la evolución del sector en las temporadas 2023 y 2024”.
El incremento de pasajeros de Ryanair se produce pese al incremento de precios que está aplicando la compañía. "La recesión, el precio del petróleo...calculamos que el precio medio del billete subirá entre un 3% y un 4%", apunta Cabrera, que cifra en 37 euros el precio medio actual. "Va a subir paulatinamente", explica. ¿Menos que su competencia? "Nuestro modelo de negocio se basa en economía de escala. Somos la compañía más grande de Europa, 517 aviones en invierno y 3.000 vuelos diarios. Cuanto más haya, más puedes hacer para reducir los precios", insiste.
Inspección de Trabajo sanciona a Ryanair
En los últimos meses, Ryanair ha copado titulares por las huelgas convocadas por sus empleados este verano, la mayoría de ellos tripulantes de cabina. El miércoles, Inspección de Trabajo emitió un informe donde determina que Ryanair vulneró el derecho a huelga de sus TCP y sustituyó a trabajadores en huelga por otros no vinculados a los centros de trabajo, tras haber recibido denuncias del sindicato USO.
En concreto, Inspección de Trabajo indica que ha existido falta de información sobre los vuelos programados como servicios mínimos; abuso por parte de Ryanair en la designación de guardias a un número de trabajadores mayor que el habitual; el refuerzo de tripulaciones con otros traídos de otros Estados miembros de la UE y de terceros estados para operar vuelos no protegidos por los servicios mínimos o la modificación de servicios mínimos a los tripulantes de cabina inicialmente asignados por otros distintos sin la debida antelación. Pese al informe, desde la irlandesa insisten: "Hemos respetado el derecho a huelga y no se ha despedido a nadie por hacerlo".