Ryanair y su annus horribilis. Este bien podría ser el título que resumiese la historia de la compañía irlandesa durante 2018. Porque definitivamente no ha sido un buen año para la aerolínea. Y no sólo hablamos de su reputación pública -que se ha visto afectada continuamente por huelgas, los cobros del equipaje de mano y hasta polémicas racistas- sino también desde el punto de vista de sus cuentas.
La aerolínea irlandesa ha tenido que lidiar con reiterados parones a lo largo de los últimos meses que han ocasiones la cancelación de más de un millar de vuelos.
Aún está por ver, cuáles son las cuentas que Ryanair anunciará próximamente. Por lo pronto, ya recortó sus previsiones de beneficio por las huelgas y el precio del petróleo. Un anuncio significativo que entonces provocó caídas de hasta el 13% en Bolsa... y que todavía no han cesado.
Desplome en bolsa: 5.000 millones en pérdidas
Este apartado podría suponer el último capítulo del 2018 de Ryanair. Pero su gravedad lo lleva hasta la primera página de este libreto de memorias para olvidar de la compañía irlandesa.
Los datos son más que preocupantes y hablan por sí solos: durante los últimos doce meses, su valor en Bolsa ha caído en hasta un 28%. Esto supone un pérdida de 5.000 millones de euros de su capitalización bursátil.
Por hacernos una idea, la compañía arrancaba 2018 con un valor de 17.000 millones de euros y a mediados de diciembre ronda los 12.000 millones de euros.
Y todo esto viene motivado por todos los polémicos sucesos que Ryanair ha sumado a su cuenta durante este año. Hechos que han dañado -y de qué manera- su imagen (y sus cuentas).
Huelgas: más de 1.000 vuelos cancelados
Ultimamente, reiteradas huelgas -de pilotos y de controladores aéreos- han aparecido en numerosos capítulos de Ryanair, marcando así buena parte de su actividad.
Su punto álgido lo vivió el pasado agosto. Coincidiendo con la temporada alta, la aerolínea afrontó la mayor huelga de pilotos de su historia con la consiguiente cancelación de casi 150 vuelos en Europa. Entonces, los trabajadores decidieron ejercer estos parones ya que consideraban que la aerolínea no había mejorado sus condiciones laborales y salariales.
Eso sí. No fue la única. Este suceso llegaría justo después de la huelga que los tripulantes de cabina de Ryanair efectuaron en julio en varios países como España, Bélgica, Italia y Portugal. Se llegó a cancelar la friolera de hasta 600 vuelos en tan sólo dos días.
Y en septiembre... otra nueva huelga. Esta vez los tripulantes de cabina en España, Portugal, Holanda, Bélgica, Italia y Alemania secundaron varios parones que llevaron a la aerolínea irlandesa a cancelar unos 158 vuelos.
Al menos, en cuanto a tráfico se refiere, las huelgas no parecieron hacer demasiada mella en la aerolínea. Durante el pasado septiembre, Ryanair aumentó sus pasajeros de forma interanual hasta un 6%. Cifra que supuso transportar hasta 12,6 millones de pasajeros.
Pero en el otro lado de la balanza, se sitúa su ya mencionada caída en bolsa y una multa por parte de Italia de 1,8 millones de euros por la cancelación masiva de vuelos. Y a esto se suma una demanda de los tripulantes de cabina de la propia compañía por vulnerar su derecho a huelga en las dos jornadas de paro convocados durante julio y septiembre.
...Y se avecinan parones en Navidad
Para más inri, Ryanair puede 'redondear' su año con más parones en una de las épocas con mayor tráfico de pasajeros. Y es que los sindicatos europeos de trabajadores están contemplando la posibilidad de convocar una huelga de tres días que coincida con la fecha de Navidad.
Estos llegan porque los trabajadores de la compañía siguen demandando respeto a sus derechos laborales y exigiendo que a los trabajadores se les aplique la legislación de su país de origen.
Hasta 300 despidos
En julio, Ryanair emitió un comunicado en el que anunciaba sus planes de reducir en un 20% su flota de aviones en Irlanda. Esto conllevaría la posible supresión de más de 300 puestos de trabajo.
En un comunicado a la Bolsa de Londres, la aerolínea explicaba que la reducción se debía a que trasladará varios aviones a Polonia, donde experimenta crecimiento, y al descenso de las reservas en Irlanda, que atribuyó a los efectos de las huelgas de pilotos.
Polémica racial
Esta fue una de las polémicas más sonadas del año. No sólo puso a Ryanair en boca de todos (y no en el buen sentido, precisamente), sino que supuso un tremendo varapalo para su reputación.
La escena tuvo lugar a finales de octubre, un hombre de avanzada edad -durante un vuelo que conectaba Barcelona con Londres- se negó a sentarse al lado de una mujer de raza negra, profiriéndole, además, graves insultos.
Mientras los pasajeros presenciaban atónitos tal vergonzoso hecho, uno de los azafatos se acercó al lugar del incidente y en vez de actuar contra el señor por su actitud racista, cambió a la pasajera de asiento.
El suceso corrió como la pólvora a través de las redes sociales. Se convirtió en viral. Y Ryanair fue duramente criticada por lo ocurrido. La compañía, por su parte, inició una investigación junto a la Policía.
Statement: We are aware of this video and have reported this matter to Essex Police
— Ryanair (@Ryanair) October 21, 2018
Incluso, el Ministerio de Fomento, a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), aseguró que analizaría la respuesta de la aerolínea ante las quejas por inacción de muchas pasajeros del vuelo.
Controvertida política de equipaje de mano
Y en medio de tanto embrollo y con el punto de mira hacía la compañía, Ryanair puso en marcha en octubre su nueva política de equipaje de mano con la que obligaría a pagar a los clientes por las maletas de hasta 10 kg que introduzcan en la cabina, algo que hasta ahora era gratuito.
Una medida que -una vez más- volvió a generar una enorme controversia. Y es que Italia prohibió a la compañía que llevase adelante una práctica que consideraba abusiva e ilegal. Mientras, en España, el Ministerio de Fomento aseguró que analizaría esta política de equipajes de Ryanair, asegurando que la compañía incumplía tanto la normativa española como la europea.
Con todo, a buen seguro que Ryanair no incluirá el 2018 en el libreto de memorias con buen recuerdo. Está por ver si remonta el vuelo durante un próximo año que, visto como ha acabado este, supondrá para la aerolínea irlandesa una ardua tarea.