El Banco de España aconseja al Gobierno que ponga en práctica lo que, hasta la fecha, el Ejecutivo sólo admite como posibles planes: que retrase la edad de jubilación e incluso que rebaje pensiones y salarios.
En su boletín trimestral, el Banco de España recomienda a Mariano Rajoy que "aumente la edad efectiva de jubilación referenciándola con la esperanza de vida de la población". El banco central argumenta su recomendación con el "aumento de los gastos relacionado con el envejecimiento de la población" que --según datos de la Comisión Europea citados por el banco-- hará que España supere en ese gasto público a países como Béligica, Chipre, Luxemburgo, Malta, Holanda y Eslovenia. Según los cálculos del Banco, los gastos derivados del envejecimiento de la población aumentarán un 4% en relación con el PIB español hasta 2060.
Los consejos del Banco de España van, casualmente, en línea con lo que el Gobierno prepara ya: una propuesta a la comisión del Pacto de Toledo para que retrase la edad de jubilación. La fórmula jurídica que ha usado el Consejo de Ministros es la de encargar la clarificación del llamado "factor de sostenibilidad", es decir, el que define la edad de retiro y el periodo de cálculo de las pensiones.
El Banco de España recomienda también rebajar salarios
El banco central recomienda, además, una rebaja de los salarios a los sindicatos y una aplicación más estricta de la reforma laboral del Gobierno del PP. Literalmente, el Banco de España recomienda "un aprovechamiento intenso de las mayores posiblidades de flexibilidad interna contenidas en la reforma laboral (...) contribuyendo así a preservar el empleo y la competitividad".
Luis Linde recomienda al Gobierno "un aprovechamiento intenso de la reforma laboral" y a los sindicatos una "estricta moderación salarial"
Los consejos del nuevo gobernador, Luis Linde, no sólo se dirigen al Gobierno. También se dirigen a los sindicatos a los que aconseja una moderación salarial "estricta". Según los datos del banco central, los nuevos convenios colectivos han permitido que los salarios sólo crezcan un 0,85%, algo que el regulador describe como "avances signficativos". Sin embargo, los antiguos convenios han permitido incrementos de salarios de hasta el 1,9% algo que --según la entidad-- agrava la "delicada situación del mercado de trabajo".