El pasado 14 de junio, la imagen de Pedro Sánchez abordando a Joe Biden en los pasillos de la sede de la OTAN como “encuentro bilateral” ocupó todos los telediarios. Un ‘desplante’ que el presidente de España lleva un año intentando enmendar. La amenaza de Rusia y las alertas económicas provocan que la amistad del presidente de Estados Unidos sea más necesaria que nunca. Sánchez ha apostado por ganarse el favor de Biden a través de una alianza energética tanto con la Casa Blanca como con sus socios regionales.
“España quiere recuperar una posición privilegiada en su relación con Estados Unidos”, apunta José María Peredo, catedrático de relaciones internacionales de la Universidad Europea. “La situación de la guerra de Rusia está provocando que fortalezca la relación geopolítica como en el tema energético. En este escenario de intereses, más que de valores, la energía es un factor clave. España tiene un papel activo porque enlaza el asunto energético con sus intereses de política exterior”, añade el profesor.
El primero es Marruecos. La foto del pasado 7 de abril de Sánchez en Rabat junto al rey de Marruecos, Mohamed VI. Un apretón de manos que evidenciaba el cambio de posición de Moncloa con el Sahara Occidental. Una decisión que abrió una crisis diplomática con Argelia, el gran proveedor de gas de España a través de gasoducto. El malestar argelina encendió las alarmas energéticas en plena crisis de precios del gas tras la invasión de Ucrania y las correspondientes sanciones al necesario gas ruso.
Estados Unidos suministra desde este año el 34,6% de todo el gas natural que entra en el territorio español y alcanza los 13.103 gigavatio-hora (GWh), la mayor cantidad de gas estadounidense en la historia de los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) que data de 2004. Una cifra que supera con creces a la cifra del 25% que suponían los metaneros estadounidenses en el boletín estadístico de hidrocarburos de diciembre de 2021.
Las miradas apuntaron a Estados Unidos y Joe Biden. Marruecos es el aliado estratégico de Estados Unidos en el Norte de África y Argelia es el socio clásico de Rusia en esa área geográfica. En este contexto, desde el sector ven comprensible que el equipo de Joe Biden esté detrás de una mejora de las relaciones entre sus dos aliados, España y Marruecos, en medio de la crisis entre Occidente y Rusia. Biden lograría con esa operación una mejor relación entre dos ‘colegas’ y se asegura mantener su posición de mayor proveedor de gas de España.
“España tiene un papel activo porque enlaza el asunto energético con sus intereses de política exterior. Lo primero vamos a desvincularnos de Rusia y después vamos a diversificar nuestros proveedores de hidrocarburos. De ahí se interpreta el cambio de relación con Argelia en su acercamiento a Marruecos, la visita de Qatar y Nigeria”, puntualiza José María Peredo.
Qatar, un nuevo socio
El otro guiño a Biden desde la Moncloa llegó el pasado 18 de mayo. Una multitudinaria comitiva aterrizaba en España acompañando al Emir de Qatar, el jeque Tamin Bin Hamad Al Thani. Qatar mantiene este tipo de diálogo estratégico con muy pocos países: Francia, Italia, Reino Unido, Japón, Turquía y China. Pero, sobre todo, en el actual contexto geopolítico tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el país que domina la familia Al Thani se ha posicionado como uno de los grandes socios de Oriente Medio de Estados Unidos.
“Qatar es el segundo mayor productor mundial de gas natural”, recordaba el equipo de Pedro Sánchez en su comunicado oficial tras el encuentro. Pero España, de momento, no es un comprador preferente para Qatar, según demuestran los datos de Cores.
En el primer trimestre de 2022, pese a que las importaciones de gas natural son las más altas para este periodo desde 2008, las llegadas desde Oriente Medio (Qatar y Omán) apenas han representado un 3%, con una caída de las entregas desde Qatar del 67,4% entre enero y marzo.
Presión a Sánchez de Bruselas
La reactivación de la agenda internacional de Sánchez también está marcada por la presión desde Bruselas para buscar mas aliados que aseguren el suministro. "La situación geopolítica y la dependencia de Rusia para el suministro energético de Europa está contribuyendo a la escalada de los precios del gas y la electricidad", recuerda Carlos Solé, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG en España.
"Las recomendaciones de la Comisión Europea para frenar la subida de precios apuntan a una aceleración en la penetración de renovables y la transformación energética del sector hacia la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y la descarbonización, la reducción de la demanda con la mejora de la eficiencia energética y la búsqueda de alternativas de suministro para reducir la dependencia europea de Rusia", matiza el socio de KPMG.
Un amigo en África Occidental
El último capítulo de la agenda de Sánchez con los 'socios' de Biden ha sido esta semana con la vista a Madrid del presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari. La primera visita a España de un jefe de Estado nigeriano en los últimos 17 años. Un encuentro que sirvió para que España sonriera a Nigeria como uno de sus principales "y más fiables" suministradores energéticos -gas y petróleo-, y Nigeria se acercase al segundo mayor cliente con sus hidrocarburos.
La gran potencia de África Occidental se ha convertido en uno de las países que más ha aumentado sus envíos de metaneros de gas a los puertos españoles, junto a Estados Unidos, tras el cierre de uno de los gaseoductos de Argelia. Nigeria arrancaba 2021 representando el 7,9% de todo el gas que entraba en España y, tras el cierre de la tubería del Magreb en noviembre, se elevó hasta el 17,4%.
No es casualidad que Estados Unidos y Nigeria salieran al rescate de España cuando el gas argelino dejó de bombear por su conflicto con Marruecos. Ambos países mantiene grandes relaciones bilaterales. La relación entre Nigeria y EEUU es estratégica para ambas partes, ganando peso el componente de seguridad y cediendo terreno la importancia que tienen el petróleo y gas nigeriano por la explotación de recursos propios en EEUU. Por su parte, Estados Unidos participa en tareas de vigilancia y control del Golfo de Guinea a través de la iniciativa “African Partnership Station” y proporciona cooperación militar, de inteligencia y en la lucha contra el terrorismo.
Por lo tanto, Pedro Sánchez se ha trabajado en los últimos meses a grandes aliados de Joe Biden y ha conseguido reducir su exposición energética a Rusia y, sobre todo, a Argelia. Un trabajo diplomático que finalizará el próximo 29 de junio con la cumbre de la OTAN en Madrid. Un encuentro donde Pedro Sánchez y su equipo esperan conseguir que aquella conversación de pasillo se convierta ya en un encuentro con honores.
Alexander
Cuando termine la guerra en Ucrania los paises europeos volverán a comprar gas natural ruso, al menos hasta que Europa pueda producir suficiente "hidrógeno verde" para cubrir sus necesidades.