Primero, fueron los cambios en el consejo y la sustitución de Javier Marín como consejero delegado. Más tarde, una ampliación de capital de 7.500 millones reforzar la solvencia del grupo y una transformación radical en la política de dividendos. El pasado viernes, la simplificación de su organigrama de direcciones generales. El siguiente paso en la estrategia de Ana Patricia Botín se centra ahora en decisiones sobre cuestiones de negocio. Santander ha decidido apostar fuerte por el negocio de banca privada para solventar el goteo de marchas de banqueros privados durante la fusión entre el banco con sede en Boadilla con sus filiales Banesto y Banif. La entidad presidida ha contratado a varias empresas de 'headhunter' con el mandato de que sondeen el mercado en busca de banqueros privados que quieran incorporarse al Santander, según confirman fuentes del sector.
Los contactos comenzaron a lo largo del pasado diciembre, según confirman fuentes del sector. El objetivo del banco rojo es iniciar las contrataciones a finales de este mes para reforzar una línea de negocio que quedó tocada con la fusión de Santander, Banesto y Banif. Precisamente, en esos meses posteriores al anuncio de la integración, se produjo la salida de un buen número de banqueros privados del grupo. La digestión de la fusión, el evidente adelgazamiento de la plantilla del grupo provocado por la unión, junto a las ofertas de otros competidores, ayudó a la salida de estos gestores de banca premium (entre 150.000 a 300.000 euros) y privada (a partir de 300.000 euros) de Boadilla.
Uno de los competidores que 'pescó' más banqueros en este período de indefinición en Boadilla fue Bankinter. Su plan de expansión en el segmento banca privada cogió velocidad desde el último trimestre de 2013. En ese período, la entidad naranja contrató a 44 banqueros privados, de los que un 10% aterrizó desde Boadilla. Tras estos primeros movimientos, el fallecido Emilio Botín decidió vetar la llegada a Bankinter de más gestores de su grupo. Esta medida obligó a la entidad dirigida por María Dolores Dancausa a paralizar alguna contratación que ya tenía cerrada con personal del grupo 'rojo'. De hecho, muchas de estas incorporaciones han trasladado sus carteras de clientes hasta Bankinter lo que ha colocado al banco naranja en la segunda entidad del sector que más sicav gestiona en la actualidad, desbancando a BBVA. Pese a la pérdida en la gestión de este tipo de vehículos, Santander sigue manteniéndose en la cabeza de este ránking.
Ahora, Santander pretende el fichaje de varias decenas de banqueros privados para reforzar uno de los pocos segmentos rentables en el negocio bancario actual. De hecho, los incrementos en comisiones en las cuentas de resultados del sector se fundamentan en los ingresos por gestión de activos provenientes de los departamentos de banca premium (entre 150.000 a 300.000 euros en función del banco) y banca privada de las entidades. Los fichajes se incorporarán a la división de Banca privada, gestión de activos y seguros que, desde el pasado viernes, está integrada en la división de Banca Comercial liderada por Javier San Félix, director general del banco. Luis Moreno, director general, es el nuevo responsable de Banca Privada, reportando directamente a San Félix.
Santander controlaba al cierre del año pasado 53.376 millones de euros de clientes de banca privada –con activos por más de 500.000 euros–, según cifras recogidas por DBK. Por su parte, CaixaBank gestionaba 44.054 millones en diciembre, a los que se sumarían 11.000 millones procedentes de Barclays Wealth Management. El crecimiento al calor de movimientos corporativos de CaixaBank apuntala un importante avance orgánico. En los primeros seis meses del años, el patrimonio de la división de banca privada de CaixaBank aumentó más del 10%, hasta 48.969 millones. Precisamente, Santander pretende compensar la falta de recursos aportados por operaciones con el fichaje de estos banqueros privados.
En banca personal, gracias a Barclays, CaixaBank ya es líder con 89.283 millones de euros en recursos y valores gestionados y 636.079 clientes. La adquisición de la filial española del banco británico ha sumado a esta división casi 7.000 millones. Aporta un negocio «orientado al segmento de renta alta». Dispone de algo más de 555.000 clientes minoristas, entre banca de particulares (372.800), banca personal (178.200) y banca privada (4.100).
Por otro lado, la compra de la británica sitúa a Invercaixa por delante de BBVA AM (incluso teniendo en cuenta la compra de CatalunyaBanc) y muy cerca de Santander AM.