Santander barajó el fichaje de Andrea Orcel antes de que Ana Botín accediera a la presidencia de la entidad, según queda reflejado en las actas de la reunión que la Comisión de Nombramientos del banco celebró el 24 de septiembre de 2018, un día antes de que se comunicara a la CNMV y a los medios de comunicación la designación del exbanquero de UBS como nuevo consejero delegado del grupo.
En aquella reunión del Santander se puso de manifiesto el apoyo de la presidenta del grupo y de los miembros de la Comisión de Nombramientos de la entidad, presidida por Bruce Carnegie-Brown, al fichaje de Orcel, sobre quien el banco ya había emitido un informe acerca de la idoneidad de su nombramiento "con un resultado positivo, sin ningún problema o asunto destacado como una preocupación".
Ana Botín informó en esa comisión del 24 de septiembre de 2018 que tanto el Banco Central Europeo como el Banco de España habían comunicado "informalmente" que no tenían objeciones al nombramiento de Orcel como consejero delegado, y confirmó que, sin perjuicio de tener que analizar toda la información requerida y sujeto a la aprobación del consejo "se podría hacer ya el anuncio, en el que se expondrá claramente que la efectividad del nombramiento está condicionada a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes".
Pérez Renovales dijo que se había emitido un informe interno sobre la idoneidad del fichaje de Orcel "sin ningún problema"
De acuerdo al acta de la Comisión de Santander de aquel día, a la que ha accedido Vozpópuli, Ana Botín comentó que los supervisores habían indicado que el nombramiento de Orcel pudiera ser entendido como un cambio en la orientación estratégica del banco por su procedencia de la banca de inversión "respecto a lo que la presidenta indicó que no era el caso y que la experiencia del candidato en banca retail (que se puede considerar incluso superior a la de D. José Antonio Álvarez) y sus capacidades estratégicas, en particular, para conseguir el alineamiento de los países, son muy importantes".
Ana Botín añadió que Orcel no sólo aportaría "una amplia perspectiva cultural", sino también "una visión anglosajona del negocio, que se completará con las propias de los otros consejeros ejecutivos".
El consejero externo Ignacio Benjumea señaló que, en su opinión, el nombramiento de Orcel era adecuado, destacando la "intensa y muy positivamente valorada relación con el Grupo durante muchos años en su condición de asesor externo, colaborando en la realización de numerosas operaciones corporativas, por lo que había tenido oportunidad de conocer en profundidad el Banco, sus negocios y cultura". Y añadió que "incluso se había barajado en algún momento, antes de acceder Dª Ana Botín a la presidencia, la conveniencia de su incorporación al Grupo".
El fichaje, "sin ningún problema"
Jaime Pérez Renovales, Secretario del consejo de administración de Santander, informó en esa misma reunión que Andrea Orcel había completado los cuestionarios legales y que se había emitido un informe interno "sobre su idoneidad con un resultado positivo, sin ningún problema o asunto destacado como una preocupación".
Por ello, añadió Pérez Renovales, se podría elevar la propuesta del nombramiento de Orcel a la reunión del consejo de administración, que se celebraría un día después, el 25 de septiembre. La Comisión de Nombramientos del Santander, "teniendo en cuenta el cuestionario de honorabilidad y buen gobierno cumplimentado por D. Andrea Orcel, su historial profesional y el informe sobre idoneidad emitido por Asesoría Jurídica y Cumplimiento (...) informó favorablemente su idoneidad para el cargo (...)".
Santander informó el 15 de enero que no continuaba con el fichaje de Orcel
De acuerdo al acta de esa reunión, la Comisión había estimado que en Orcel concurrían "la honorabilidad comercial y profesional requerida, así como que posee los conocimientos y experiencia adecuados (...)".
Cambio de decisión
Todas esas valoraciones positivas sobre el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado de Santander que se manifestaron en septiembre de 2018, contrastan con la decisión que el banco hizo pública poco después, el 15 de enero de 2019, cuando informó que no continuaba con el fichaje.
Santander argumentó esa última decisión por el riesgo reputacional que sufriría el banco por la elevada remuneración que tendría que recibir Orcel, después de que no hubiera sido posible reducir las cantidades que el italiano tendría que percibir por su salida de UBS.
El banco aludió incluso, como ha publicado este diario, para justificar la decisión de no continuar con el fichaje de Orcel, a la posibilidad de que el Gobierno tomara represalias normativas si aparecieran noticias sobre las retribuciones en la banca.