Cuenta atrás para que la banca salga del capital del Sareb. Este martes el consejo de ministros aprobará el cambio en la estructura del banco malo y los bancos venderán al Estado su participación por un precio simbólico.
Lo que se hará es "adaptar formalmente la estructura de gobernanza y la estructura de capital y el funcionamiento de la Sareb a lo que ya es una realidad económica", tal y como ha avanzado la titular de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una comparecencia previa a la reunión que mantendrá con el Eurogrupo esta tarde
Esta decisión guarda relación con el cambio en la consideración estadística de Eurostat que obligó al Estado a contabilizar la deuda de Sareb y y elevó la deuda del país hasta el 120% del PIB.
Calviño ha matizado que "se trata únicamente de adaptar el régimen jurídico y la gobernanza a la realidad económica ya vigente. Es un tema que arrastramos y que responde a las decisiones que adoptó el Gobierno anterior en relación a la crisis financiera".
No obstante, los bancos tienen claro que con este movimiento por fin podrán salir del capital de conocido como 'banco malo'. Todas las entidades tienen ya provisionada su participación y la tienen valorada a 0 euros en sus balances.
La Sareb nació en 2012 para recapitalizar las entidades financieras más afectadas por la crisis financiera de 2008. En el momento de su constitución, emitió 50.781 millones de euros de deuda avalada por el Tesoro como medio pago para adquirir los activos de las nueve entidades financieras que habían recibido ayudas públicas, una deuda que va amortizando a medida que genera ingresos con la venta y gestión de dichos activos.
Deuda de Sareb
Al cierre de 2020, Sareb contaba con un patrimonio neto negativo de 10.528 millones de euros. Hasta entonces, había cancelado el 31,2% de la deuda emitida en su constitución, por lo que todavía debe devolver 34.918 millones de euros.
Según fuentes financieras, que Sareb empezase a computar en las cuentas públicas habría llevado al Gobierno a buscar fórmulas legales para tomar el control de la sociedad, de la que actualmente controla el 45,9% a través del FROB.
El resto del capital del 'banco malo' está en mano de accionistas privados: Santander tiene una participación del 22,23%, CaixaBank cuenta con el 12,24%, Sabadell tiene el 6,61%, Kutxabank un 2,53%, Ibercaja un 1,43%, Bankinter un 1,37%, Unicaja Banco un 1,27%, Cajamar un 1,21%, Mapfre un 1,11% y el resto se lo reparten otras entidades bancarias y aseguradoras con paquetes inferiores al 1%.
Demanda a la banca
En medio de todo esto, Sareb interpuso una demanda frente a los tenedores de su deuda senior -Abanca, CaixaBank, Banco Sabadell, BBVA, Unicaja, Ibercaja y BFA- el pasado mes de noviembre.
El 'banco malo' asegura que la decisión adoptada "está motivada por la obligación de la entidad de defender sus intereses, que en este caso son también los intereses de todos los contribuyentes". Por este motivo, considera que "la decisión correcta es acudir a la Justicia para que dilucide sobre el asunto".
La compañía emitió en 2012 un total de 50.781 millones de euros en deuda senior a cambio del traspaso de los activos por las cajas que recibieron ayudas públicas. Con la emisión de estos bonos se pretendió que fueran equiparables lo máximo posible a la deuda pública. No en vano, estos bonos, es decir, la deuda emitida por Sareb, está avalada por el Estado español