El sector servicios ya ha superado la crisis. Hoy por hoy cuenta con más empleo que en el año 2007, a pesar de que España aún tiene que recuperar 2,2 millones de puestos de trabajo para volver a los 20 millones de ocupados de aquella época. Y es que en el último año se ha producido una terciarización del empleo que hace que sea el sector servicios el que está tirando de la recuperación, lo que tiene una doble lectura con noticias buenas y no tan buenas para la economía española.
La buena noticia es que el consumo y la demanda interna remontan. Todo apunta a que la recuperación se consolida en España y que los ciudadanos demandan y consumen cada vez más servicios. La mala es que el sector servicios, que genera empleo menos estable y de menos calidad, pesa ahora 10 puntos más en el PIB español de lo que pesaba en 2007 y prácticamente 30 más que en los años 70. Hace cuarenta años suponía el 42% del tejido productivo español. Llegó al 66% justo antes de que estallara la crisis y hoy en día representa ya el 76% del PIB.
Y curiosamente ha sido uno de los sectores que menos ha sufrido la crisis. De los 3,8 millones perdidos a lo largo de estos años, 1,8 millones pertenecían al sector de la construcción, otro millón al sector industrial y menos de un millón a los servicios. Si comparamos las cifras con el nivel de empleo que representan estos sectores en la economía española, vemos que casi todo el peso de la crisis cayó sobre el ladrillo, que perdió un 65,4% de los puestos de trabajo manejaba en 2007. La industria perdió un 30% de su empleo y los servicios solo un 6% de los 13,7 millones de ocupados que había en el sector en 2007.
La industria y la construcción generaron empleo los dos primeros años de la recuperación, pero ahora se han atascado
Según el indicador laboral ManpowerGroup elaborado por el economista experto en mercado laboral Josep Oliver, esta dinámica sectorial de la crisis parecía apuntar a que los sectores más castigados serían también los que empezarían a crear empleo a tasas más rápidas, una vez que comenzara la recuperación económica. Y es lo que ocurrió los dos primeros años de mejora del empleo, pero la situación se ha dado la vuelta.
En 2014, el primer año de mejora, el empleo creció un 1,6%, con la creación de unos 270.000 puestos de trabajo. Y la industria aportó más del 30% de este nuevo empleo, unos 80.000 puestos. En 2015, el empleo industrial empezó a perder algo de fuerza, pero se mantuvo fuerte y empezó a mejorar el de la construcción. De los 540.000 empleos que se crearon, prácticamente el 30% del total, unos 150.000 puestos, pertenecían a estos dos sectores.
Pero en 2016 las cosas han cambiado. La industria y la construcción solo han aportado conjuntamente unos 36.000 empleos de los 470.000 creados, un 7,6% del total. La cifra supone una reducción bastante importante respecto a los años anteriores. Y si se analiza solo el último trimestre en el que se basa el informe (el tercero de 2016), se ve que la industria prácticamente se ha estancado, que la construcción crece por debajo de la media y que son los servicios los que realmente están tirando de la recuperación.
Cambio en la recuperación
Todo esto viene a ilustrar el cambio tan importante que se ha producido en la dinámica sectorial de la recuperación económica: su terciarización. Este cambio implica una notable pérdida de la aportación de la industria y una reversión de los intensos avances de la construcción, tras la mejora experimentada años atrás. Y, lo que es peor, también puede explicar, al menos en parte, la moderación del crecimiento del empleo en los últimos meses.
Por eso ahora toca poner el foco en el tipo de empleo que se crea para intentar volver a los 20 millones de ocupados, una meta que no se alcanzará hasta el año 2022, aunque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se haya comprometido a hacerlo en 2020. Y es que tan importante es el volumen de empleo que se crea como su distribución sectorial. Y mientras que los servicios ya han recuperado todo el empleo perdido en la crisis, la industria aún sigue un 25% por debajo de los valores de 2007.
Es necesario orientar la recuperación al sector industrial para que cope gran parte del empleo pendiente de recuperar
La situación es peor en la construcción, que sigue un 60% por debajo del empleo que llegó a generar antes del ajuste, aunque lógicamente este sector nunca debería llegar a copar tanto empleo como en la época del 'boom' inmobiliario. El sector servicios, en cambio, no solo ha recuperado el casi millón de empleos perdidos, sino que ya ha sumado unos 330.000 adicionales, lo que le lleva a estar mejor que nunca.
Dentro del sector servicios, la mejora se ha experimentado sobre todo en los servicios privados, mientras que los públicos, entre los que se incluye, por ejemplo, la sanidad y la educación, siguen teniendo margen de mejora. De los 1,5 millones de empleos recuperados a lo largo de estos años en todo el sector, 432.000 empleos pertenecen a la hostelería, 249.000 a los servicios a las empresas y 107.000 al transporte.
Aunque todo apunta a que en 2017 se mantendrá esta misma dinámica sectorial del empleo, desde Manpower subrayan la importancia de intentar orientar la recuperación al sector industrial, capaz de generar un empleo más estable, de más calidad y con más recorrido a la hora de mejorar la productividad del país y las condiciones de vida de los trabajadores. ¿Qué hace falta para conseguirlo? No hay duda, las políticas públicas tienen que destinar más inversión a los bienes de equipo y la I+D. Algo que, dadas las restricciones presupuestarias, parece difícil.