Economía

El dinero de la amnistía se deja ver: aluvión de nuevas sicavs en la banca privada en pocas semanas

Las sicav se están dejando ver en los registros de la CNMV, así como un frenético proceso de registros de fondos de inversión. En las bancas privadas subrayan que "el dinero de la amnistía fiscal nos está dando mucho trabajo". 

  • El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en el Senado.

El dinero de la amnistía fiscal comienza a notarse en el sistema español. Esta misma semana se han registrado cinco sicavs en la CNMV, hay otras cinco pendientes de registro y la cifra, en lo que va de año, supera las quince. Un proceso que no ha hecho más que empezar y que va a contracorriente de lo ocurrido en los últimos tiempos, en los que se han liquidado muchas. Además, el aluvión de dinero se está dejando ver también en los fondos de inversión. Sin ir más lejos, esta semana se han presentado otros diez fondos nuevos.

“Estamos todos hasta arriba por el tema de la amnistía”, reconocían en una de las firmas que han registrado nuevas sicavs en los últimos días. Son UBS, Credit Suisse, JP Morgan, Renta 4, Inversis, Banesto Banca Privada, Banif y BBVA... “Todavía faltan muchas más por aparecer”, reconocían, aunque el dinero se recoloca “no sólo a través de sicavs, sino con muchos mandatos de carteras de fondos. Las sicav son para clientes que quieren rotar la cartera y hacer trading. Los fondos, para los más estables”.

Con las naturales reservas, hasta tres entidades de banca privada han reconocido que tienen más actividad de la habitual para recolocar el dinero procedente de la amnistía fiscal. Las entidades que operan en España han realizado grandes esfuerzos por repatriar capital. En un principio no estaba claro que el capital regularizado fuera a regresar a España, pero la obligatoriedad de la declaración de bienes en el extranjero ha resultado decisiva.  

Comodidad

A eso hay que unirle la inevitable comodidad de disponer del capital en origen, así como tarifas más bajas que en mercados como el suizo o una calidad de la gestión algo más depurada, toda vez que las entidades ya no cuentan con la ventaja imbatible de la opacidad fiscal. Ahora, deben esmerarse y en este sentido, las firmas españolas pueden competir.

El aluvión de ahorros se está reflejando también en los fondos de inversión, a los que han llegado ya más de 2.000 millones de euros. El principal impulso reside en la penalización del Banco de España a los extratipos de los depósitos, aunque conviene ver este movimiento en perspectiva.

Los principales Gobiernos han emprendido una batalla contra los paraísos fiscales y el secreto bancario, para recuperar capitales que salen de sus economías. Por otro lado, están decididos a poner todos los obstáculos posibles a que el dinero se quede en las cuentas bancarias sin más, obteniendo fuertes rendimientos que están garantizados por los bancos centrales, es decir, por los propios estados.

La penalización a los extratipos obedece a una intención de introducir en mayor medida el dinero en la economía. Si suscribe fondos de inversión, habrá financiación para la deuda pública, privada y para la Bolsa. Eso debería poner en marcha el motor de las economías y aliviar el estrangulamiento del crédito bancario.

Las gestoras de fondos de inversión se han mostrado partidarias de este modo de operar y reclaman que si algunas entidades ofrecen extratipos en sus depósitos, al menos no sean firmas que cuentan con ayudas públicas.

Así, quien desee máxima tranquilidad no obtendrá altos rendimientos garantizados con fondos públicos. Deberá conformarse con el tipo de interés o poco más. El que quiera más, deberá invertir.

Fondepósitos

Claro que existe la opción de los Fondepósitos, de los que todas las entidades disponen e incluso Bankia ha lanzado uno la pasada semana. Estos fondos permiten invertir en cuentas bancarias y como clientes institucionales únicos que son, acceden a tipos de interés más ventajosos que los particulares.

Conviene recordar que la amnistía permitió una afloración de rentas de unos 40.000 millones de euros, aunque fuentes financieras indican que seguramente esta cifra será más alta.

La sicav es un vehículo registrado en la CNMV, que exige 100 accionistas para ser constituida y está sujeta al mismo régimen fiscal que un fondo de inversión. 

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