El sector de la banca privada ha pasado en 9 meses de plantear despidos a buscar contrataciones y compras casi con desesperación. El pasado año se comentaba que las entidades internacionales estaban marchándose de España. Ahora, refuerzan sus áreas de altos patrimonios, lo que se traduce en una circunstancia curiosa: mientras los bancos fusionan sus fondos de inversión, optimizando catálogo para reducir costes, las sicav siguen aflorando.
De nuevo hay muchas más sicavs que fondos, como pasaba en 2004, 2005… Concretamente, 3.042 frente a 2.139, según datos de la CNMV, sin contar los fondos y sociedades inmobiliarias.
Y eso que hasta hace poco, la crisis era durísimas para las firmas de alto standing, que comenzaron retirando de España suslas sociedades de valores y mesas de contratación, ante el declive imparable de la Bolsa y la falta de órdenes. Parecía que a continuación iban a ir sus divisiones de banca privada y de inversión.
De hecho, hubo algunos ceses o dimisiones más o menos sonadas. Pero las cosas han cambiado. Hay algo parecido a una burbuja de la banca privada en España. Bankinter, UBS, Credit Suisse, BNP Paribas, Banca March, o las entidades andorranas buscan banqueros, gestores o incluso se plantean alguna adquisición.
El dinero está retornando a España después de una amnistía fiscal que se está traduciendo en una repatriación de capitales, merced a las duras exigencias de reconocimiento de dinero en el exterior. Sin el incentivo fiscal, los clientes se dan cuenta de que en Suiza u otros paraísos fiscales les aplican comisiones elevadas y la gestión deja que desear.
Además, ya no hay temor a ruptura del euro, que justifique tener el dinero fuera para evitar el corralito. Por el contrario, los bancos no paran de fusionar sus fondos para optimizar catálogo, ahorrándose costes de auditoría, control y muchos otros costes administrativos que acarrea cada producto de manera única.
Ya hay casi 25.000 millones de euros en sicavs, frente a los casi 150.000 en fondos, pero es sintomático que las sicavs vuelvan a superar las 3.000 (3.042 según CNMV), un dato digno de 2006. Los fondos, sin embargo, hace tiempo que están por debajo de esa cifra y seguirá bajando, según vaticinan desde el sector.
Año bueno para unos cuantos
El año está siendo muy bueno para una serie de entidades que están monopolizando casi la actividad. En primer lugar, merece destacar a Bankinter, que ha registrado una treintena de nuevas sicav en lo que va de 2013, es decir, el 30% de las 94 que figuran en los archivos de la CNMV. Una de cada tres.
Cuando todavía queda el tercer trimestre casi entero por acabar, ya se ha registrado casi un centenar de estas sociedades para altos patrimonios, que son fondos de inversión cotizados pertenecientes a grupos concretos, aunque tienen la exigencia de registrar a 100 partícipes. El capital mínimo a invertir en ellas es de 2,4 millones de euros.
El banco que preside Pedro Guerrero está decidido a convertirse en el principal (y casi único) private bank español, como lo son otros en el extranjero como UBS o Credit Suisse. La llegada de Gonzalo Antón, procedente de Bankia, para dirigir éste área, parece estar ofreciendo sus frutos. Antón es una persona de la máxima confianza personal de Guerrero, aunque también el vicepresidente Alfonso Botín es responsable de este giro estratégico.
Bankinter está afanándose en contratar banqueros de las demás entidades, con mención especial para Banif, donde ha incorporado incluso equipos comerciales en bloque. En este sentido, fuentes financieras indican que ha habido alguna tensión entre Santander y Bankinter (entidades en las que hay miembros de la familia Botín al frente en ambos casos), al romperse los históricos pactos de no agresión.
Los suizos, bien
UBS y Credit Suisse por su lado, han pasado de estar en modo aligeramiento de costes a buscar talento y comerciales con clientela detrás. El pasado año, se leía que UBS estaba liquidando sus divisiones de corporate y que pensaba despedir a miles de ejecutivos en toda Europa, lo que disparó rumores sobre la salida de su country manager, Javier Salaverri. Hoy este sigue en su puesto sin el menor problema y en el mercado se comenta que están intentando incorporar gestores y banqueros comerciales.
El pasado año salieron de Credit Suisse Javier Lázaro o Eduardo Puebla, por no hablar de Fernando Abril-Martorell o de Jaime de Marichalar, este último un consejero de prestigio para darle lustre a un banco de altos patrimonios. Todo eso parecía que acababa, hasta ahora. UBS lleva más de 15 sicavs y Credit Suisse cerca de 10, sin contar las que han robado a la competencia.
Banca March, por su lado, suma y sigue: se hizo con Consulnor, aposentando sus reales en el País Vasco y colocándose en el top 3 de banca privada por capital gestionado.
Todas estas entidades han mordido con fuerza, entre otras, en Bankia, firma que tenía bajo su paraguas bancas privadas de la calidad de Arcalia, Nordkapp o la vieja Altae, que ofrecían un filón más que jugoso de clientes.
Mención aparte merecen los andorranos Credit Andorrá, que ya ha comprado el Banco de Alcalá, Banca Privada D'Andorra (BPA), que se hizo con Banco Madrid, Nordkapp o la gestora de Lieberbank o Andbank, que se hará con la banca privada de Inversis.
Los andorranos buscan crecer de manera desaforada, casi con desesperación y siguen hablando con todas las entidades posibles. Lo malo es que no quedan ya tantas entidades susceptibles de compra.
Santander y BBVA, los dos líderes en España, se mantienen sin problemas, a pesar de que los primeros se han visto obligados a absorber Banif, la marca más emblemática de la banca privada española, fundada en los años 60.