Economía

El ocaso de las sicavs: pierden 9.000 millones hasta septiembre y huyen 170.000 accionistas

Se trata de una cifra drástica, ya que en los últimos cinco años, el patrimonio de las sicavs sólo se había reducido en 4.249 millones

  • La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. -

El 2022 será el año de la muerte de las sicavs. En los últimos nueve meses se ha producido una salida de 9.000 millones de euros y la huída de 170.000 partícipes, casi la mitad de ellos, según los últimos datos de Inverco. Se trata de una cifra drástica ya que en los últimos cinco años, el patrimonio de las sicavs sólo se había reducido en 4.249 millones de euros; su número, en algo más de 1.000 (un 30%), y el total de accionistas había descendido en más de 125.000, un 26% sobre los datos de 2016.

Este desagüe se produce después de que el pasado 1 de enero entrase en vigor la nueva ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que establece que las sicav que no cumplan el requisito de que cada uno de sus al menos 100 socios alcancen una inversión mínima de 2.500 euros pasarán a tributar al 25% en el Impuesto de Sociedades, frente al 1% al que lo hacen actualmente.

El cambio normativo establece un régimen transitorio durante este ejercicio, por el que se puede acordar la disolución y la liquidación de las sociedades sin ningún tipo de coste fiscal y además, diferir la tributación de los beneficios derivados de la liquidación. Esto último, con la condición de que los accionistas reinviertan la totalidad de su cuota de liquidación en otras instituciones de inversión colectivas.

Tras conocerse la medida, cerca de 600 sicavs de la banca española (el 25% del total) anuncieron inmediatamente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de disolución, liquidación o baja a causa de la nueva normativa.

Los grandes bancos ostentan la mayoría de estas sociedades y por eso mismo son los más perjudicados en este sentido. Tanto es así, que más del 60% de las que ya han dado un paso al frente pertenecen a este selecto grupo capitaneado por Caixabank, Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell y Bankinter.

Asimismo, de las más de 3.000 sicav que ha llegado a haber, las grandes fortunas han liquidado ya cerca de 800 por miedo a la Inspección de Hacienda, tal y como publicó este medio. Es el caso de la sicav de la familia Sainz de Vicuña, dueña histórica de Coca-Cola, de Carmavent Inversions, del cineasta y expolítico Pere Portabella, de Dosane, del exfutbolista del Real Madrid Álvaro Arbeloa, y la del ex culé Iván de la Peña, entre otras.

A por el 'mariachi' de las sicavs

Los 'mariachis' son inversores ficticios que utilizan las grandes fortunas y grupos familiares para poder tributar con las ventajas de las sicavs. La norma, hasta ahora, sólo exigía un mínimo de 100 partícipes y un capital de al menos 2,4 millones de euros.

Son dos condiciones que en muchas ocasiones no se cumplen y que la mayoría se encuentra en el limbo. De hecho, el 72% del total de las sicavs de este país se mueve entre los 100 y los 150 inversores. La última gran inspección tuvo lugar en 2006 y en las pasadas elecciones el tema se reflejó en todos los programas políticos de los partidos.

El atractivo de estas sociedades se encuentra en su baja fiscalidad, ya que tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades. Además, las sicavs pueden diferir el pago de impuestos cuando el capital se mantiene dentro de la misma sociedad.

Cuando el retorno genera plusvalía pasa por Hacienda y ahí tributa como una acción, entre el 19% y 23%. No obstante, también se pueden esquivar este trámite si se hacen transferencias de pequeñas cantidades. Ante estas artimañas es natural que en política se use como reclamo mediático y se vuelve un problema para las gestoras que utilizan este vehículo correctamente y ven cómo se daña la reputación por este motivo. 

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