CaixaBank ha tenido este jueves una nueva reunión con los sindicatos para hablar del próximo ERE de la entidad. UGT y CCOO se han mostrado muy críticos ante la actitud de la entidad y reclaman una negociación abierta a la dirección del banco, sin salidas forzosas y que se retiren de la negociación los artículos que permiten la aplicación unilateral en caso de no llegar a acuerdo.
Los sindicatos también han pedido que el ERE se negocie más allá de un mes, que es el tiempo legal estipulado. También reclaman al banco que renuncie a una negociación amparada por los artículos 40, 41 y 51 del Estatuto de los Trabajadores -los usados al presentar un ERE- para garantizar el acuerdo será pactado entre las dos partes.
Asimismo, desde CCOO agregan que no comparten la apertura de ninguno de los procedimientos traumáticos que plantea la Dirección, y "más considerando que todo apunta a que los resultados de 2018 van a ser extraordinarios gracias al esfuerzo y dedicación de la plantilla".
Intención de presionar en la negociación
CCOO ha exigido saber qué medidas quieren poner sobre la mesa y por qué no se pueden negociar pacíficamente. Para este sindicato, la apertura de procesos que implican despidos, movilidad y modificación de nuestras condiciones de trabajo no es inocua ya que implica una clara intencionalidad de presionar en la negociación por parte de la dirección.
CaixaBank anunció el pasado 27 de noviembre en Londres, donde presentó su plan estratégico hasta 2021, que preveía reducir en los próximos tres años 821 oficinas urbanas, un 18% de la red actual.
Según fuentes de los sindicatos, la entidad plantea un ERE de una forma hostil y recuerdan que ya sucedió en 2016. En esa fecha se retiraron estos artículo y se pudo hacer de forma pacífica.
