700 millones de personas sufren falta de agua y la ONU estima que esa situación se agrave en 2025 cuando 1.800 millones de personas vivirán en zonas con escasez absoluta. “La falta de agua es un problema a nivel global. Afecta en la aparición de enfermedades. En algunos países, hay niños que no van al colegio porque tienen que buscarla. El agua es la base de muchos problemas sociales”. Habla Antonio Espinosa, un emprendedor que ha lanzado una startup social que vende agua embotellada en España, pero cuyos beneficios se destinan íntegramente a desarrollar varios proyectos relacionados con el agua. El objetivo es mejorar la vida de las personas que tienen un acceso limitado a este recurso esencial.
Antonio es arquitecto de profesión. Se fue a Etiopía a colaborar con una ONG y, después de comprobar de primera mano los inconvenientes que genera la falta de agua, decidió fundar junto con un amigo, Pablo Urbano, Auara. “Entonces había pocas referencias a empresas sociales en España, por eso nos ha costado tanto tiempo”, relata Espinosa. En el mundo anglosajón, este concepto está más desarrollado. Sin embargo, en España una de las pocas referencias conocida es Ilunion, el grupo de empresas sociales de la Once. “Al principio fue difícil encontrar financiación. Intentamos conseguir algún apoyo público con subvenciones y créditos, también con concursos de startups, pero no obtuvimos ningún fruto”. El problema era que su propuesta no estaba lo suficientemente desarrollada para que los inversores confiaran en ella. Ahora han cerrado dos rondas de financiación, una de ellas “de impacto” por la que los inversores obtendrán un retorno con un pequeño interés económico.
"Intentamos conseguir algún apoyo público con subvenciones y créditos, también con concursos de startups, pero no obtuvimos ningún fruto"
“La marca más sostenible”
El agua de esta empresa proviene de un manantial en León y sus botellas se producen en España con plástico PET (politereftalato de etileno) 100% reciclado. Son la primera compañía del país que lo hace. Otras marcas como Aqua Pura (Costa Rica), Just Water (Estados Unidos) o Bonafont (México) ya distribuyen botellas con estas características. “Por coherencia no tenía sentido que generáramos un problema medioambiental. Queremos ser la marca más sostenible del mundo. Y trabajamos por ser eficientes en el transporte”. Por eso, sus botellas son cuadradas para ahorrar espacio. Con este diseño consiguen introducir un 20% más de unidades en cada palé. Este “ecodiseño” también lo emplean en España otras compañías como Aguas de Mondariz.
Pero el compromiso con el medioambiente es solo uno de los pilares de su política empresarial. El desarrollo de proyectos sociales es realmente su objetivo. “Vendemos agua, pero no estamos aquí para vender agua”. Comercialmente, la empresa inició su distribución en septiembre del año pasado. Ahora han hecho balance y están contentos de haber vendido tres millones de unidades y haber facturado un millón de euros. En febrero han lanzado su tienda online para distribuir cajas de 12 y 24 botellas.
"Siempre trabajamos con un socio local que conozca bien el terreno. Eso nos garantiza un seguimiento del proyecto"
Por el momento, Auara no ha arrojado beneficios pero sí han hecho algunas inversiones. En Tamarou (Benin) han instalado, junto con Manos Unidas, un pozo de agua con bomba manual en un colegio. Y en Roka (Camboya) han finalizado la construcción de unos baños con ducha. Tienen en marcha la reparación de un pozo en Camerún, la construcción de dos más en Congo, la instalación de cisternas pluviales en Haití y Camboya, y esperan desarrollar algún proyecto en Etiopía este mismo año. “Siempre trabajamos con un socio local que conozca bien el terreno. Eso nos garantiza un seguimiento del proyecto para que no se eche en balde. No donamos dinero directamente, sino que hacemos una auditoría por cada socio y controlamos el presupuesto y el desarrollo de la iniciativa”, destaca Espinosa.
El nombre escogido para esta empresa guarda un significado especial para Antonio. Auara no es solo una marca de agua, también es una palabra en amhárico, el idioma oficial de Etiopía, que significa tormenta de arena y se refiere a las cálidas nubes de polvo que se levantan en esa zona. “Cuando viene una de esas, es asfixiante y precisamente lo que más necesitas es un vaso de agua”.