Esa es la pregunta que se hicieron los hermanos David y Jorge Boleas. Estuvieron dos años trabajando la idea de crear algo suyo. “Los dos juntos tenemos 30 años de experiencia en medios no tangibles (diseño y publicidad), queríamos algo nuestro”, cuenta David en una entrevista con Vozpópuli. “Recordábamos como todos los veranos, en uno de los bares del pueblo donde crecimos, preparaban botellas de cristal llenas de café de máquina que luego metían en el frigorífico. Esto lo hacían todas las mañanas para tener el café frío después de la comida”, nos explican.
Así que en abril de 2015 registraron la marca Fred (frío en catalán) y ese mismo verano comenzaron a vender café hecho en frío para ser servido frío. Fred se produce con el método ‘cold brew’, popular en Estados Unidos, a través del cual no se aplica presión sobre el producto, sino que el café tostado y molido se macera con el agua durante 24 horas. El resultado es una bebida con un doble filtrado y caracterizada por sus aromas naturales. “Es un café más suave, con un 60% menos de acidez, que no necesita aditivos de ningún tipo”, señalan los hermanos afincados en Barcelona.
“La industria del café está cambiando. Ahora mismo hay una revolución por los cafés de calidad y los localistas”
“La industria del café está cambiando. Ahora mismo hay una revolución por los cafés de calidad y los localistas. Ahí vimos una oportunidad y nos lanzamos”, apunta David. En 2016 empezaron a vender en El Corte Inglés. hora están en más de 80 establecimientos de toda España. “Nos estamos preparando para el verano, que es cuando más se vende. De hecho, nos hemos cambiado de local para poder producir más”, detallan.
Premio a la innovación
Esta startup nació en un primer momento con financiación propia, pero actualmente ya han cerrado su primera ronda de financiación de 100.000 euros en la que han participado la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) y un inversor privado. El año pasado vendieron 40.000 dosis de Fred y en este tiempo han tratado de mejorar su producto: “Antes el café caducaba en 35 días; ahora hemos cambiado el método de producción y aguanta seis meses en condiciones óptimas. Utilizamos un novedoso proceso en frío, por altas presiones, llamado HPP. Esta técnica consistente en someter cada botella a una presión 6 veces mayor a la que podemos encontrar en el lugar más profundo de la tierra”. En febrero de este año ganaron el premio a la startup más innovadora del Culinary Action Startup Prizes 2017 de San Sebastián.
Aunque el 'cold brew' no es un método nuevo los hermanos Boleas creen que no tienen competencia en España: “Sí que hay cafeterías que sirven café ‘cold brew’ en vaso, pero no embotellan como nosotros”. Por el momento están comercializando dos tipos de envases: un botellín de 60 mililitros, del que salen dos cafés, con un precio de 2,5 euros, y otro de medio litro, que da para 16 y cuesta 13 euros. Aseguran que cada dosis equivale “en cafeína y volumen a un café espresso”. “Pero lo puedes tomar solo, añadirle leche, leche condensada e incluso tónica”, señalan.
Del café al té
Estos dos emprendedores navarros quieren que su ‘startup’ siga creciendo. Por eso también han lanzado una gama de tés que emplea el mismo método de producción, aunque con la mitad de tiempo de maceración (doce horas). En este caso, la caducidad de la bebida se alarga hasta los doce meses. Han arrancado con tres variedades distintas: Chai orgánico, verde con menta y Rooibos con vainilla. Todos los tés se comercializan en botellines de dos dosis por el precio de 2 euros.