El Gobierno contempla aprobar una subida de las pensiones de alrededor del 0,9% para 2021, el equivalente al deflactor del PIB previsto para el próximo año con el que el Ejecutivo mide el incremento previsto de los precios y que utilizará como base para prever la inflación.
El Ejecutivo ha presentado este martes una actualización del cuadro macroeconómico para este ejercicio y el próximo, y ha comunicado una proyección de déficit orientativa del 7,7% del PIB, que utilizará el Ministerio de Hacienda como base de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Este desfase presupuestario del 7,7% del PIB, unos 91.000 millones de euros, es la diferencia entre lo que Hacienda prevé ingresar y lo que tiene previsto gastar el próximo año. En esos gastos, el Ejecutivo computa las medidas aprobadas hasta la fecha -como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) vigentes hasta el 31 de enero-, pero también las que se aprueban cada año, como la revalorización de las pensiones de acuerdo al IPC.
"Sólo se han tenido en cuenta las medidas aprobadas", explicaban fuentes del Ministerio de Economía a Vozpópuli, que precisaban que "en el caso de las pensiones, el Gobierno sabe y cuenta con que la subida se aprueba año a año, con lo que para poder computar ese gasto calcula el deflactor del PIB". No es una medida ya aprobada ni consolidada por ley, pero cada año se aprueba a finales del ejercicio.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, fijaba ese deflactor en el 0,9% para 2021 y aseguraba que es el indicador que el Gobierno tiene en cuenta "para señalar el importante compromiso con el mantenimiento de la capacidad adquisitiva de las pensiones y los sueldos de los funcionarios".
En 2020 han salido ganando
Calviño levantó la polémica hace unas semanas al afirmar que en los últimos dos años ambos colectivos (pensionistas y empleados públicos) habían tenido una ganancia de poder adquisitivo, dado que las subidas aprobadas de pensiones y sueldos públicos habían superado ampliamente la inflación.
En 2020, por ejemplo, las pensiones han sido un 0,9% superiores a las de 2019, y finalmente el deflactor de PIB terminará en el 0%. En los primeros nueve meses del año, el IPC se sitúa de media en el -0,17%.
El deflactor de PIB se diferencia del IPC en que mide la evolución de los precios de todos los bienes, mientras que el IPC se centra en la evolución del precio de la cesta de la compra.