De acuerdo con los datos de la última Encuesta de Población Activa correspondientes al cuarto trimestre del pasado año, en España tenían la condición de ocupados 21.246.900 personas, de las que 17.653.600 trabajaban en el sector privado (el 83,09% del total) y 3.593.300, en el sector público (16,91%).
A lo largo de los últimos años, el empleo en el sector público ha crecido a un ritmo muy superior al del empleo privado, especialmente en los casi seis años que lleva Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno. A finales del año 2018, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, estaban ocupados en España 19,564 millones de personas, de los que 16,35 millones pertenecían al sector privado y 3,211 millones, al sector público. Desde esa fecha hay 1,682 millones de ocupados más, de los que 1,3 millones corresponden al sector privado y 382.300, al sector público.
En términos relativos, el empleo en el sector público ha crecido en la era Sánchez un 11,9%, mientras en el conjunto de ocupados lo ha hecho en un 8,6% y en el sector privado, en un 7,95%. El papel más activo de la administración central del Estado y, sobre todo, de las comunidades autónomas y corporaciones locales ha sido uno de los detonantes aumento del atractivo del sector público a la hora de trabajar.
Otro de los incentivos que tiene trabajar en el sector público es la seguridad laboral, un factor que ha cobrado importancia desde la crisis financiera internacional de 2008 y la crisis de la deuda soberana de 2012, que llevó a España a la mayor cifra de paro del pasado reciente, con más de 6,2 millones de desempleados en el primer trimestre de 2013, el 27,16% de la población activa. El tercero de los estímulos es que, de acuerdo con los datos de la última Encuesta Anual de Coste Laboral, el sueldo medio de un trabajador público es un 32% superior al de un empleado privado: 2.800 euros brutos mensuales, frente a 1.900 euros.
Con todos estos datos, a nadie puede extrañar que casi 356.000 personas, el 8,1% del total, estén demandando un puesto de trabajo en la Administración Pública, el sector de la Defensa y la Seguridad Social. Son datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social del pasado mes de marzo. Esta cifra es superior a la de demandantes de empleo en la agricultura y la pesca o la construcción, y similar al del comercio minorista.
El sueldo medio de un trabajador público es un 32% superior al de un empleado privado: 2.800 euros brutos mensuales, frente a 1.900 euros
En marzo, había en España 4,4 millones de demandantes de empleo, de los que 2,73 millones estaban parados y más de 343.500 buscaban su primer empleo (7,78% del total). En una economía de las singularidades de la española, el sector más buscado es el de servicios, que concentra casi el 70% de las peticiones, por delante de la industria (8,25%) y la agricultura y la construcción, ambas con algo menos del 7,1%.
Atendiendo a la clasificación de las demandas por sector y actividad económica, el mayor número de demandantes de un puesto de trabajo se concentran en las actividades administrativas y servicio auxiliar de oficinas, con 575.249 personas, el 62%, mujeres, por delante de la hostelería, con 524.670 peticiones. En el tercer puesto se sitúan la industria, el comercio al por menor y las administraciones Públicas, todas ellas por encima de las 350.000 demandas.
Más aspirantes al sector público
Examinando las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se observa un detalle curioso: a lo largo de los últimos seis años, trabajar en las administraciones públicas se ha convertido en una aspiración creciente, como lo demuestran las cifras. En 2021, por ejemplo, uno de los años más difíciles desde el punto de vista económico y laboral por los efectos de la pandemia, con cerca de 7,2% millones de demandantes de empleo, apenas un 5,66% buscaban trabajo en el sector público; en el año 2020, el porcentaje era ya del 7,3%. En 2024, la proporción ha subido hasta el 8,06%.
Cerca de las dos terceras partes de los demandantes de empleo en las administraciones públicas son mujeres (270.000), un porcentaje que únicamente se supera en el comercio al por menor (74,58% del total) y la hostelería (66,43%). El sector de la construcción sigue siendo netamente masculino: las tres cuartas partes de las peticiones de trabajo corresponden a varones.
