El mix eléctrico está a punto de asistir a un relevo que no se producía desde hace seis años. La energía eólica está a punto de ser desbancada como la segunda fuente de generación eléctrica, un puesto que ha mantenido de forma prácticamente casi ininterrumpida a partir del año 2013, y su lugar lo ocuparán los ciclos combinados, que emplean el gas natural como combustible. En lo que va de año, el volumen de demanda eléctrica satisfecha por ambas fuentes se sitúa casi en paralelo, en el entorno de los 32.500 megawatios/hora.
El 'sorpaso' tiene como clave principal el hecho de que la generación a partir de ciclos combinados se ha disparado en 2019. En concreto, de acuerdo con los datos de Red Eléctrica, desde que se inició el año la producción de electricidad a partir de esta fuente ha aumentado un 112% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Frente a esta evolución, la generación eólica ha mostrado un comportamiento muy similar al de 2018, en concreto, un descenso de apenas el 1,1%.
La foto fija de los ocho primeros meses del año refleja que los ciclos combinados han cubierto buena parte del hueco térmico dejado tanto por el carbón (cuya actividad prosigue reduciéndose de forma drástica ante el progresivo cierre de las plantas) como por las instalaciones hidraúlicas, En concreto, la reducción de generación eléctrica a partir de plantas térmicas supera el 57% desde enero. En el caso de las hidráulicas, el recorte se sitúa en el 42,5% debido a la escasez de lluvias en relación con el año anterior.
En total, algo más de 11.000 megawatios/hora que se han encargo de cubrir, en buena parte, los ciclos combinados, aunque también lo han hecho las plantas fotovoltaicas, con un incremento del 16,5% y las nucleares, cuya producción acumula un incremento del 10% debido a que en 2019 no se han dado los parones imprevistos en las centrales que se produjeron en 2018, que afectaron especialmente a la planta de Vandellós.
La generación eléctrica en lo que va de año es muy similar a la del mismo periodo de 2018, algo más de 161 terawatios/hora.
El repunte de la actividad de los ciclos combinados se ha visto reflejado en los elevados registros de demanda de gas para generación eléctrica, que alcanzaron su punto más elevado a finales del pasado mes de julio, coincidiendo con una fuerte oleada de calor que se registró en la península Ibérica. En concreto, el 23 de julio la demanda de gas natural para generación eléctrica alcanzó los 578 megawatios/hora, la cota más elevada en periodo de verano desde 2010, según los datos de Enagás, el gestor del sistema gasista español.
En 2019, la demanda de gas natural está creciendo por encima del 12%, un dato que Enagás atribuye precisamente al incremento del consumo para generación eléctrica. En el mes de julio, la demanda de gas se disparó un 45% por idéntico motivo. Fuentes del mercado apuntaron que esta circunstancia también está promovida por la baja generación hidráulica y el entorno de precios competitivos en el que se están moviendo los mercados internacionales del gas.
Debate sobre el papel del gas
De hecho, en los meses de julio y agosto se ha producido una auténtica revolución en la generación eléctrica a partir de los ciclos. En estos dos meses, esta fuente ha acaparado cerca del 32% del total, con casi 13.000 megawatios/hora, más del doble de los 5.800 megawatios/hora de la eólica.
Muy lejano, ocho años atrás, queda ya el último ejercicio en el que los ciclos combinados generaron más electricidad que las instalaciones eólicas. Por entonces, los ciclos atendieron algo más del 14% de la demanda, mientras que la eólica apenas superó el 11% del mix. Desde 2013, se ha mantenido estable como segunda fuente de generación, tan sólo por detrás de la nuclear, aunque recortando distancias.
Este movimiento reaviva el debate del papel de gas como energía de soporte en la transición energética, que el actual Gobierno parece resistirse a darle, en contra del comportamiento del mercado. Y también aparece en plena polémica por las propuestas retributivas para las actividades de transporte y distribución de electricidad y gas publicadas a comienzos de julio por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que incluyen notables recortes, especialmente en el caso del gas.