Reducción de plásticos, reciclaje de residuos, compras a proveedores de cercanía... los supermercados continúan inmersos en el estudio de su impacto en el medio ambiente, que llega incluso a analizar el papel de los puntos de venta de alimentación como "un vector de cambio hacia una movilidad sostenible", en palabras de la patronal Asedas.
Se trata, en base, de mejorar los procesos internos, pero también de adecuar las tiendas al objetivo de sostenibilidad que se marque cada compañía. En eso, cadenas como Mercadona han puesto en marcha iniciativas relacionadas con la reducción de plástico. En el caso de la cadena que dirige Juan Roig, la transformación ha llegado a las propias tiendas, a las que llama "Tiendas 6.25".
Son establecimientos -72 a finales de noviembre- que han sido modificados a través la "Estrategia 6.25" de la compañía, relacionada con el triple objetivo para 2025 de reducir un 25% el plástico, hacer todos los envases reciclables y reciclar todos los residuos plásticos.
Un ejemplo que sigue al de otros compromisos como el de las compañías que representa la patronal Anged (Alcampo, Eroski, Carrefour, El Corte Inglés) y que, según explica, algunas ya se han marcado objetivos de reducción de hasta el 80% de emisiones hasta 2050; han desarrollado ya los primeros 50 grandes establecimientos residuo cero de España; o han introducido más de 7.000 productos ecológicos o 26.000 referencias con sello responsable.
En toda esta ola de cambio, otro punto destacado se encuentra en el mobiliario de los propios supermercados. "Veníamos trabajando con marcas como Mahou o Heineken en el punto de venta, fabricando materiales sostenibles, reciclados... pero hay una oportunidad que es trabajar en el mobiliario del propio punto de venta", cuenta Alfonso Sebastián, director división Retail en Roox y cofundador y vicepresidente de la Asociación Española del Retail (AER).
En este sentido, explica el directivo de Roox, se trata de ofrecer materiales que vayan de la mano con la estrategia de la compañía de ser más sostenible, y que puedan cambiarse cuando se termine su vida útil. Así, esta compañía se dedica a diseñar desde panaderías hasta fruterías pasando por la línea de cajas o el tradicional mobiliario promocional para colocar en isla en los pasillos del supermercado. "Hay un hecho que es relevante: fabricar mobiliario con materiales reciclados es más caro. Por es el momento de que las compañías apuesten", apunta Sebastián.
Entre otras cosas, esta compañía también está especializada en las máquinas de retrovending, que busca fomentar el reciclado al tiempo que "premia" a los clientes por eliminar estos residuos. De momento, Roox ya ha firmado alianzas para poner en marcha proyectos pilotos con algún cine o ayuntamiento, pero no descarta hacerlo con cadenas de distribución. "No va a ser de la noche a la mañana, pero la sostenibilidad en ese sentido va calando", asegura el directivo.
Con todo, desde el sector dan por hecho que la inmersión de los supermercados en la 'ola verde' no ha hecho más que empezar. "Las compañías van a seguir trabajando en esta dirección porque el público también lo demanda", aseguran.